La liberación del purasangre Llorente

En una semana donde algunos dieron rienda suelta a los cuentos de la lechera, con suposiciones o hipótesis de dónde se podía dejar puntos el Atlético, los rojiblancos consiguieron tres puntos de verdad en Granada. Con más justicia que autoridad, los del Cholo buscaron en el primer tiempo el producir entre líneas. Ante un equipo como el de Diego Martinez, con tres centrales, tanto Correa como Carrasco se aprovechaban del buen trabajo de Luis Suárez en el primer tiempo hundiendo a Vallejo, Germán y Duarte para recibir con espacio. Aunque lo mereció, no encontró botín en la primera parte y con la llegada del descanso llegó la maniobra decisiva para encontrar otro camino en busca de la victoria, el de la profundidad.

Acierto del Cholo en la segunda parte el de soltar a un Llorente que, junto a Correa, fueron los más destacados. Simeone busca, tú que sabes, alternativas al carrilero derecho que libere al purasangre Llorente. Su influencia en el juego se hace determinante para romper líneas con desmarques, recortes y unas asistencias que se convierten en el mayor atajo en días de atascos. Marcos es más visionario cuando rompe desde dentro que desbordando por fuera, a pesar de no estar su socio, Trippier (cuánto te echo de menos), su movimiento entre central zurdo y lateral le hace indetectable para el rival. Fue así como vino de nuevo el segundo gol, rompiendo un empate que de nuevo había venido como consecuencia de la falta de contundencia de un jugador de talento en tu área. Ya pasó con Lemar en Cádiz, y volvió a pasar con Carrasco en Granada. Es la contraindicación que tiene convencer a los jugadores de calidad en ser solidarios a la hora de defender, estaría bien que el gran Savic les dé una charla de dónde hay que mandar la pelota en el área. Importantísimos estos tres puntos de verdad de los rojiblancos, sobre todo por no poder utilizar una de sus grandes virtudes esta temporada, los cinco cambios, ya que se todos los del plan B estaban confinados. Cómo buena noticia destacar que Luis Suárez, sin marcar, hizo un partido notable.