El valor propio de un cordobés

Álvaro Medrán es natural de Dos Torres, un coqueto pueblecito cordobés de 2.416 habitantes. Desde crío le gustaba pedir la pelota, romper líneas, sorprender al rival. El famoso box to box que supo ver en él un sabio como Ancelotti. Sabía que triunfar en el Madrid era una quimera, pero entrenarse junto a Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Modric, Kroos o Benzema es un gustazo que no le va a quitar nadie. Estaba en ese equipazo que acababa de ganar la Décima en Lisboa. Tampoco olvida su gol en Champions al Ludogorets en el Bernabéu, en una noche en la que también Jesé tuvo su protagonismo. Medrán soñaba despierto.

En Valencia y Getafe dejó el sello de lo que es: un centrocampista completo que da energía y criterio al juego de su equipo. En Chicago, con un fútbol donde el balón vuela de área a área sin transiciones, Medrán se está dejando notar. En la MLS han entendido que es necesaria la calidad para evangelizar y fidelizar fieles al soccer. No solo del futbol americano, la NBA o el béisbol vive el ciudadano del país de las barras y estrellas. Con 26 años este intrépido cordobés ya tiene un currículo propio de un veterano. En Chicago, junto al inmenso lago Michigan, está disfrutando de la experiencia de sentirse cabeza de león. Sigue los buenos consejos de su agente, Borja Couce, que ya cuenta con la confianza de otras perlas blancas como Modric y Reguilón. Este Medrán merece la pena.