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Esta Liga es posible

La Pizarra.- Zidane dio una nueva lección a aquellos que creen que solo es un motivador y un alineador. En plena plaga de ausencias por lesión y por sanción, se inventó una defensa con tres centrales, dejando las bandas a Marvin y Marcelo. Ello permitió el rescate para el fútbol-samba del brasileño, que nos recordó al de los añorados buenos tiempos. Marcelo, con la espaldas bien cubiertas por Mendy ‘La Roca’, sacó la varita mágica y se dedicó a sus diabluras, descontrolando a la zaga del Getafe porque un jugador así es tan impredecible que es muy complicado anularle. La alegría futbolística y anímica de Marcelo contagió al resto del equipo, que no se descompuso nunca y que supo mantener su equilibrio táctico y su idea de partido incluso yéndose al descanso con las gafas puestas en el marcador. Este Madrid cree en su entrenador y eso facilitará la reinserción de los blancos en la autovía que conduce hacia esa Liga que hace diez días parecía tan lejos como Vladivostok y que ahora imaginamos tan factible como aquella del Clavo Ardiendo del año 2007. Marcelo y Ramos estaban en aquel equipo. Seguro que si sigue la dinámica de buenos resultados sabrán trasladarle al grupo su vivencia de aquellos partidos locos que condujeron a una Liga imposible... que reposa en la Sala de Trofeos del Bernabéu.

El dolor de muelas.- Así definía Álvaro Benito en el Carrusel al Getafe de mi admirado Bordalás, pero reconocía que esa condición de equipo incómodo y capaz de desarmarte tácticamente con su presión avanzada fanática se está quedando esta temporada a mitad del camino. De hecho, Bordalás hizo seis cambios respecto del Pizjuán con la intención de rescatar esas virtudes que están perdiendo los azulones. Sacrificó el talento de Kubo, Aleñá y Mata, pero lo dramático para el alicantino es que cuando dio entrada a los tres para llevarse el partido es cuando llegaron los goles del Madrid, a partir de que Benzema abriese el bote de ketchup con un cabezazo imperial. Por cierto, el pase, magnífico, fue de Vinicius desde la derecha. Si al brasileño le dan confianza y titularidades nos vamos a divertir en este tramo final del curso. Vini se está quitando muchas piedras de la mochila y en el último minuto hizo un jugadón que solo pudo ser abortado con una falta que evitó el gol de la jornada. Sigue así, crack.

Viva la cantera.- Los tiempos de penurias, económicas y de juego, han permitido históricamente asomar la cabeza a los chavales de La Fábrica. Esta vez le tocó el turno a Marvin Park, un mallorquín de padre nigeriano y madre surcoreana, que cumplió con su labor en el carril derecho. Y magnífica la media hora final de Sergio Arribas, un madrileño de 19 años que es un todoterreno con desparpajo y carácter. Este chico vale.

La lluvia.- El Madrid se ha reenganchado a la lucha por el título tras dos triunfos gestados bajo la lluvia, el frío y el viento. El sábado en El Alcoraz y hoy en el Di Stéfano (estadio ubicado en el barrio del Ventorro, como nos desveló Javier Herráez), el equipo ha dado una lección de energía, espíritu de combate y compromiso. Por eso, este triunfo va por mi amigo Javier de Lucio, socio y abonado del Madrid desde que empezaron a caer las Champions en color, y por Pedro Castro, portugués afincado en la capital de España que es incondicional de los blancos, de Cristiano y del Sporting de Portugal, líder de la liga lusitana (¡con nuestro Adán consolidado en la portería!). Los dos coinciden entusiasmados tras el 2-0: “Atleti, prepárate. Allá vamos!”.