En un Madrid que es un tiro al aire, cargado además de bajas y titubeos tan obvios, no hay mejor arreglo que intentar volver al orden. No un orden escrito, pero al menos uno que sirva para dotar de equilibrio y seriedad a un equipo que parece perdido. Zidane tiró de creatividad, cambió de sistema y fichas y el Madrid ganó en organización. Fue una mudanza poco convencional y asimétrica, a veces difícil de descifrar el dibujo, pero verdaderamente útil en este momento. Con balón situó a Nacho, Varane y Mendy en línea de tres; Marcelo ejerció de interior, Marvin y Vinicius actuaron de extremos —que no de carrileros— y Asensio funcionó en la mediapunta. Esa disposición táctica permitió al Madrid dominar todos los registros del juego ante un Getafe que no es el hueso de antes. Tampoco estuvo despierto Bordalás, al que pilló con el pie cambiado el movimiento de Zidane. Si el Madrid incurría en una pérdida, siempre tenía tres hombres para sujetar el balance con el bloque muy ajustado (26,7 metros). Asimismo, su superioridad en la creación al desacoplar cualquier intento de presión del Getafe por una simple cuestión de posicionamiento le hizo pasar una noche amable.

Marcelo y Asensio fueron los jugadores más beneficiados. El brasileño ya no está para el ida y vuelta de los laterales, pero nadie puede discutir su fascinante imaginación. Asensio también disfrutó de su libertad de movimientos y va desterrando cada día más esa versión inconstante que le persigue. El Madrid fue muy superior. Combinó por dentro, tuvo profundidad en la circulación y sacó partido de la insolvencia del Getafe en los costados, incluso no teniendo superioridad numérica en esa zona. A ratos hasta jugó bien, pese a no estar Kroos, de largo su futbolista más clarividente este curso (46 ocasiones creadas). Y no sufrió ningún sobresalto Courtois, extrañamente tranquilo todo el encuentro. La vida del Madrid continúa girando y habrá que ver si la revolución táctica de Zidane tiene recorrido. Ante el Getafe se mostró muy eficaz para aminorar la fractura.

El 'sustituto' de Kroos

Marcelo ocupa una función muy similar a la del alemán en la salida de balón. Oficia por dentro para generar juego y después ofrece una altura más. Vinicius está abierto. Es un rol que favorece y mucho al actual Marcelo.