Imanol tiene cuerda para rato
Imanol Alguacil puede estar atravesando por su momento más complicado como entrenador del primer equipo de la Real Sociedad. Como bien sabe el entrenador oriotarra, y más de una vez se ha encargado de recordar y reconocer, en el mundo del fútbol eres tan bueno como los aciertos que hayas tenido en el último resultado, y siempre que éste haya sido positivo, claro. El fútbol tiene poca memoria, es muy corta, y lo que ayer era bueno hoy puede ser ya malo. Lo estamos viendo con Imanol. En octubre nadie ponía en duda su renovación y que perdurase en el equipo txuri-urdin todo el tiempo que fuera necesario. Y hoy ya hay quien dice que puede que sea mejor que Xabi Alonso de el salto al banquillo profesional. Pero yo sí tengo memoria.
Y para mí es imposible olvidar todo lo que Imanol ha dado a la Real desde que se hizo cargo del primer equipo. Y dejo de lado las dos veces que tuvo que salir a apagar el fuego y salvar los proyectos de dos temporadas que también apuntaban muy alto, con Eusebio Sacristán (a quien aprovecho para mandarle un fuerte abrazo ahora que ya ha salido del coma inducido e inicia otra fase de su recuperación) y Asier Garitano (a quien quiero desea toda la suerte del mundo en ‘su’ Leganés. Dejando de lado todo eso, el legado que está dejando Imanol en la Real es tremendo: un estilo de juego valiente y atractivo, una forma pasional de entender nuestro equipo y resultados, claro. Nos ha llevado a la primera final de Copa en 32 años, ese derbi que todavía no se ha jugado contra el Athletic. Devolvió a la Real a Europa a pesar del extraño daño que le hizo el confinamiento a nuestros jugadores. Y le ha llevado después a una eliminatoria mágica contra el Manchester United gracias a un final de fase de grupos en Nápoles de infarto y que no olvidaremos jamás. ¿De verdad vamos a olvidar todo eso por dos partidos en los que resulta evidente que se ha equivocado?
Yo no olvido. No olvido tampoco la mala dinámica en la que está inmersa la Real. Es lógico preocuparse cuando sólo has sido capaz de ganar 2 de los 16 últimos partidos. Pero que los números no empañen la visión global de la situación: sólo cuatro detrás en medio de esta racha tan negativa. Y de los 10 empates restantes, ¿en cuantos la Real mereció mejor suerte porque la buscó con su juego y con multitud de ocasiones? Echa la vista atrás, haz la cuenta y se sincero. Más de los que imaginas, ¿verdad? Ojo, alguno habrá que sea raspado, claro. Por eso me niego a pensar que la situación de la actual temporada sea parecida a la que terminó con la destitución de Eusebio en 2018. Porque yo veo a la Real muy viva. Y precisamente por eso, os soy sincero, creo que en el club todavía ni se han planteado qué pasa con el futuro del Imanol. Le salva todo lo que rodea a un resultado. Porque a veces el fútbol también es más que un resultado. Aunque lo que cuente al final sea el resultado.
Entiendo la frustración de la afición con los dos partidos seguidos que hemos jugado contra el Betis. Lo entiendo porque eran dos partidos que honestamente la Real tenía que haber ganado. Y es verdad que creo que las decisiones de Imanol no contribuyeron a rematar dos faenas que tenían buena pinta. Para mí, humildemente, equivocó sus decisiones. Y creo que él es consciente de ello. Estoy convencido de que ha reflexionado y aprendido de todo eso. Le va a hacer mejor entrenador. Porque no lo olvidéis, Imanol también está creciendo como entrenador, porque en la élite realmente es un técnico joven y con mucho recorrido. Lo decía el gran Gustavo López en Carrusel: “A Imanol le falta ser más influyente en los partidos con sus decisiones. Tiene todo lo demás, hace jugar a la Real de maravilla, hace que tenga intensidad, es valiente en su planteamiento, tiene un gran preparación previa de partido, pero tiene que mejorar la lectura en los partidos para terminar de ser un gran entrenador”. Estoy muy de acuerdo. Pues dejémosle que se equivoque para que crezca.
De momento, no nos engañemos, no nos va tan mal. Siendo objetivos, todos firmaríamos estar así todos los años en enero. Bueno, igual sin la eliminación de la Copa, es cierto. Pero que parece que estemos en descenso. Porque si os soy sincero, hay comentarios en las redes sociales que no me han gustado. Los respeto todos. Pero no me parece normal que se haya llegado a decir que Imanol no tiene ni idea de fútbol por los sus últimos partidos y pedir su destitución inmediata, llegando a poner en duda su valía como entrenador y negar que haya tenido alguna influencia en todo lo que ha hecho la Real con este proyecto diseñado por Roberto Olabe.
Por supuesto que se puede criticar a Imanol. Se es tanto de la Real si se le critica como si se le defiende. Pero dentro de la mesura. Como hizo Gus, cuyo argumento quizá resuma mejor que ningún otro lo que a día de hoy es Imanol como entrenador... y lo que puede ser si aprende a mejorarlo. También os digo que quizá Imanol se volvió un poco loco en los últimos encuentros, porque cuando los resultados no acompañan, aparecen los nervios y eso tiende a provocar que tomes decisiones extremas que normalmente no ayudan. Así que yo desde aquí me permito el lujo, con mucho respeto, de recomendarle que resetee, vuelva al principio de su idea y haga todo con su lógica, esa que planifica tan bien durante la semana y que nos ha llevado a tocar el cielo. Y sobre Xabi Alonso, estoy seguro de que llegará a ser entrenador de la Real. Pero estemos tranquilos con él. Bien sabe Imanol que su figura en el filial es, en parte, una sombra amenazante, porque su figura genera mucho consenso dentro del club y se le fichó para que creciera como entrenador en el Sanse con vistas a futuro. Es el preferido de Olabe para ser el entrenador de la Real cuando se agote la etapa de Imanol, que nunca ha sido el entrenador preferido por la dirección deportiva. Así que tiene más mérito, todo se lo ha ganado él, a base de esfuerzo, trabajo, realismo y resultados. Esos que ahora le dan la espalda y que si no recupera pueden precipitarlo todo. Pero sería un error que Xabi Alonso empiece de esa manera su trayectoria en Primera, porque puede ser una peligrosa arma de doble filo. Yo sigo confiando en Imanol. A muerte. Los resultados van a volver. Os vais a ilusionar de nuevo. Veréis. Y seguiremos soñando con levantar por fin un nuevo título. Porque Imanol tiene cuerda para rato.