Dejémonos de gaitas. Mbappé está loco por la música que llega del Bernabéu y desde hace dos años sueña con ser el fichaje estrella del futuro proyecto deportivo del Madrid de Zidane. Por eso no le ha temblado el pulso a la hora de dar largas a Leonardo en sus llamadas para que renovase el contrato con el PSG. Eso sí, el crack de 22 años necesita saber en qué situación está el Madrid para afrontar una operación tan ambiciosa como la de su contratación, que sería el gran reclamo con la vista puesta en la 2021-22, con un Bernabéu ultramodernizado y unas gradas por fin repletas de público (toco madera...).

El problema es que Kylian escucha que el club lleva acumuladas unas pérdidas brutales por culpa de la pandemia, lo que ha demorado de momento las renovaciones de Sergio Ramos, Modric y Lucas. Le escama el caso del sevillano. Mbappé debe preguntarse: "¿Si el Madrid no tiene dinero para renovar a su capitán y jugador con más peso dentro del equipo como me va a fichar a mí?".

Recuerdo lo que me dijo Florentino cuando en el 2000 llegó a la Presidencia del club, con una situación financiera terrible y unas deudas de órdago. "Roncero, la manera de revertir la deuda es traer a los mejores del mundo. Esos se pagan solos con lo que generan". Así fichó en cuatro veranos galácticos a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham. Con ellos llegaron la Novena, dos Ligas, una Intercontinental, una Supercopa de Europa... El presidente debería hacer un revival y aplicar su exitosa fórmula del 2000. Fiche usted a Mbappé, renueve a Ramos y fije lo de Haaland para el año 2022. Sería un golpe de autoridad y de grandeza.