El Valencia, un quiero y no puedo

El problema del Valencia a la hora de hacer la lectura de lo acontecido en el Metropolitano es su acumulado. En Madrid firmó seguramente su mejor primero tiempo del curso y se confirmó el crecimiento de Uros Racic. Pero allí sumó también su octava derrota en Liga y la victoria de Osasuna le dejó más cerca del descenso de lo que lo estaba cuando empezó la jornada: a dos puntos, y el sábado recibe al Elche, que lo tiene a solo tres.

El Valencia, en todas sus patas, habita en un quiero y no puedo. Su afición quisiera quejarse a los cuatro vientos de la gestión de Meriton y la pandemia solo le permite hacerlo con una caravana de 70 coches; los técnicos quisieran fichar, pero Lim se enroca en darles solo migajas; y el vestuario lo intenta como ante el Atlético pero ni es su Liga ni le llega. Y así pasan las jornadas y el fantasma del 86 no se espanta.