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Jovic y Odegaard desgastan a Zidane

Los felices días de la ‘Unidad B’ del Madrid, que permitía a Zidane una rotación completa en días clave, empiezan a quedar lejos. Aquel equipo resolvió varias salidas ligueras con goleadas: Kiko Casilla; Danilo, Pepe, Nacho, Coentrao; Isco, Kovacic, James; Lucas Vázquez, Morata y Asensio. Un gran grupo que permitía descansos parciales o totales al once titular. Pero Florentino se metió en grúas, alivió masa salarial y ahora, tomando prestada la feliz expresión de Javier Aznar en este periódico, en la plantilla hay dos bloques: los de siempre y los de nunca. Y aun entre estos empieza a haber bajas: Jovic ha regresado a Frankfurt, Odegaard quiere regresar a Donosti.

Estos casos reabren las murmuraciones contra Zidane, que surgen a la menor, instigadas siempre por la misma mano. El éxito de Jovic en su regreso, con dos goles fulminantes, hacen fácil presentarle como un incomprendido, más que como una mala compra. Pero no es lo mismo jugar en el Eintracht que en el Madrid. Aquí no se ha sentido capaz, se ha acomplejado, y tampoco ha puesto, parece, el esmero que se precisa. Ha dado varios cantes en poco tiempo. Zidane le antepuso a Mariano, pero no le funcionó. Como muchos de los reservas, no dio la talla. Recordemos que en aquella época no lejana el delantero centro suplente era Morata. Otra cosa.

Ahora Odegaard quiere regresar a la Real. Un caso parecido. También Illarramendi y Odriozola fueron figuras en la Real y se estrellaron en el Madrid. Claro que este puede argüir que le han dado menos oportunidades que a nadie. Porque ha estado por detrás de Isco a la hora de entrar, e Isco no está haciendo méritos. En todo caso, si Jovic y Odegaard juegan bien por ahí se convertirán en argumentos contra Zidane, que cada vez más agarrado a ‘los de siempre’ ha provocado su aburrimiento y sus salidas. Hoy juega el resto de ‘los de nunca’, en Alcoy. El carrito del pescado. No es agradable para ellos, pero contra eso uno sólo se rebela jugando bien.