Las Selecciones se desinflan
Hace un año, antes de que la pandemia trastocara todo, había muchas ilusiones volcadas en los deportes de equipo españoles para el medallero de Tokio 2020. Hasta el aplazamiento de los Juegos había nueve Selecciones clasificadas, sólo una menos que en Río 2016, pero con otras dos muy relevantes que tenían el pasaporte a mano, las de baloncesto y balonmano femeninas. Tradicionalmente, España ha sido una potencia por equipos, a la altura clasificatoria de Estados Unidos y Australia. Esta es también una explicación de por qué caen más medallas en la segunda semana que en la primera, justo cuando se resuelven los torneos. La esperanza de podios estaba fundamentada en los últimos resultados, porque un total de ocho se habían aupado al cajón en sus campeonatos internacionales disputados en 2019 y 2020: baloncesto, balonmano, waterpolo y hockey, en sus dos versiones, masculina y femenina. Había motivo para el optimismo, sin duda, pero eso sucedió hace un año. Ahora la incertidumbre merodea por estos grupos, por rendimiento o por noticias negativas.
Vamos con algunos ejemplos. Las Guerreras, plata mundial un año atrás, acabaron el Europeo en la novena plaza. Y todavía deben jugar el Preolímpico. Los Hispanos partirán este martes al Mundial con un solo partido de preparación y sin las sesiones adecuadas por culpa del temporal. Su caso es menos preocupante: el verano aún queda lejos. La Selección femenina de basket, por su parte, comienza a desintegrarse en un año clave, con las renuncias de dos piezas notables, Marta Xargay y Anna Cruz, esta última anunciada ayer con críticas veladas hacia el seleccionador. En general, la pandemia está afectando sensiblemente al desarrollo de las ligas, a la preparación de los equipos e incluso al ánimo de los deportistas. Hay tiempo, pero la cosa pinta regular. Si es que hay Juegos...