En el descuento del partido de Pamplona hubo una jugada que pasó muy inadvertida porque sólo la repitieron una vez y con una toma en la que prácticamente se le veía caer a Casemiro muy rápido tras un forcejeo con Oier que ni siquiera pusieron en la imagen. Eso parecía por la toma que dieron sin detenerse en el asunto como merecía la jugada. Pero lo bueno de las redes sociales es que no se les escapa una y durante todo el día ha corrido como la pólvora la acción al completo. Y lo que se ve es que Oier agarra, sujeta y se aferra a Casemiro de forma contumaz hasta lograr desequilibrarle y derribarle, cayendo junto a él al haberle sujetado con el brazo izquierdo y abrazado con el derecho. Un penalti de libro, que decían los clásicos. Pero Soto Grado no lo vio, algo que puede suceder. Lo que no se entiende muy bien es que la producción televisiva de Mediapro no repitiese siete u ocho veces la acción, como suele ocurrir cuando hay una jugada polémica en el área del Real Madrid. Tampoco se entiende que el árbitro del VAR, Medié Jiménez, no se dignara a decirle por lo menos al árbitro de campo que fuese a verla a la cámara de la línea de banda. Jugada de VAR sí o sí.

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Eso no quita que el madridismo haya hecho autocrítica y reconozca que el fútbol del equipo de Zidane estuvo lejos de lo que se le debe exigir con la LIga en juego. Pero si se hace justicia, te pitan ese penalti y ganas 0-1, el Madrid tendría dos puntos más en la tabla y nadie podría decir que se había saltado un semáforo en rojo. Desde que Koeman dijo tras el Clásico que el VAR en España no lo entendía y que siempre perjudicaba al Barça, la moneda siempre cae cruz cuando es una jugada que afecta al Madrid y cara cuando es con el Barça de Koeman. Habrán visto que el holandés ya no dice nada de los árbitros. Misión cumplida.