El nuevo Barça
Comienzan a verse mimbres de equipo en el nuevo Barça. Habrá que confirmarlo en los partidos importantes ante rivales más duros, pero se anuncian cosas. La más importante es un Messi alegre, comprometido y fresco de piernas tras el parón navideño. Ya no es el Leo cansado y taciturno que veíamos hasta hace poco. Messi vuelve a ser Messi. No hay mejor noticia para un equipo que andaba cojo de certezas.
A él se van sumando efectivos. El primero, Pedri, que nadie sabe cómo, pero ya parece un jugador consagrado. Habrá que esperar unos años para juzgar, pero el canario, a su edad, rinde más que muchos de cracks históricos en sus inicios, como Xavi o Iniesta, los cuales necesitaron un periodo normal de varios años de adaptación. Pedri no. Incomprensiblemente entiende el juego como un veterano, tiene el fútbol, el campo y los compañeros en la cabeza, ataca, defiende y ha fraguado una asociación mágica con Leo, similar a la que el argentino ha tenido con jugadores como Alba o Suárez y eso significa muchos goles y más Messi.
También De Jong se ha soltado. Llovieron críticas desde todos los altavoces y el holandés dio el paso adelante que se le pedía. También se suma Dembelé, del que nadie duda de sus capacidades para jugar y todos dudamos de su capacidad para ponerlas en juego. Últimamente hace daño, golea, se asocia, no se esconde. Falta un Griezmann más constante. Aporta un gran fútbol en ocasiones, como anoche, pero está faltándole la regularidad que se le presupone a un jugador como él. Da la sensación de que Koeman ha hallado un dibujo que permite al francés cohabitar junto a Leo. De confirmarse sería una noticia enorme. Se planteaba oscura esta época sin Piqué ni Fati y con un Busi menor, pero el equipo va saliendo adelante, en un claro año de transición, claro está, pero dejando muy buenos mimbres, viendo crecer a algunos jugadores y con la noticia de buenos canteranos como Mingueza o Araujo y eso, tras estos últimos tiempos vividos en Can Barça, ustedes lo saben, no es poco