El carrito del pescado de Zidane

Los números protegen la drástica decisión de Zidane. Desde que abandonó las rotaciones masivas, acompañadas de los descalabros ante Cádiz, Shakhtar y Alavés, el Madrid ha vuelto a recuperar la velocidad de crucero que le permitirá seguir luchando con el Atleti del Cholo por el trono de la Liga. Ese viraje viene acompañado de una guarnición plagada de futbolistas que directamente no cuentan. Lo que vulgarmente llamamos en España "el carrito del pescado". En ese grupo están Jovic, Militao, Odriozola y Lunin.

Los tres primeros son los casos más sangrantes. Jovic llegó en el verano de 2019 por 60 millones de euros, al igual que Militao, que costó 50 (procedente del Oporto). Odriozola fichó un año antes por 30. Un total de 140 millones por tres futbolistas con un papel tan residual que ni siquiera tienen minutos en los pocos días que Zidane se abre de capote y da luz verde en los llamados minutos de la basura a jugadores como Odegaard, Mariano y Vinicius, como ocurrió en la recta final del partido con el Celta. Lo que da rabia es que ahora el club esté echando cuentas para ver cómo puede afrontar las renovaciones de Ramos, Modric y Lucas sin que sufra la Tesorería, aparte de plantearse lo de Alaba, libre en el Bayern el 30 de junio. Por eso, vender a Cristiano por 100 kilos fue un regalo. Jovic y Militao costaron más. Me resulta inexplicable...