Hay un dato terrible que juega a favor de la Superliga y en contra de la Champions: en los 25 años que lleva disputándose la Copa de Europa en su actual formato, el Real Madrid ha tenido que jugar tres eliminatorias, seis partidos, contra el Apoel de Nicosa, con un balance total de 16-1 e, increíblemente, el equipo blanco aún no se ha cruzado con el Chelsea, en los más de 500 partidos que lleva disputados en la competición continental. Este dato martiriza al Madrid, que lo esgrime como argumento para poner en marcha la Superliga, un torneo exclusivo en el que los 16-18 mejores equipos de Europa disputarían una Liga supranacional todos contra todos con formato Euroliga de Baloncesto. Por cierto, todo ello sin dejar de lado las competiciones nacionales.

Y esta Superliga está en marcha. Los tres primeros equipos de los cinco grandes campeonatos (LaLiga, Premier, Serie A, Bundesliga y Ligue 1) se han citado de nuevo este mes de enero para darle impulso al proyecto, que quieren poner en marcha el próximo mes de septiemmbre. Y no va a haber quien les pare. La pandemia tiene al borde da la quiebra a todos los grandes clubes de Europa, menos al Real Madrid, que tiene a Florentino Pérez, y que vio venir la ruina y supo prepararse a tiempo. Pero como la tercera ola amenaza inmisericorde, otra vez han activado el protocolo para tener lista la competición ya para la próxima temporada. Muchas televisiones que ahora están en Champions han comenzado a preguntar por la Superliga. Empiezan a convencerse.

Las diferencias entre ambos formatos, Champions y Superliga, son evidentes. Lo que más distintas las hace es su vocación, su visión estratégica: La Superliga está pensada como algo exclusivo y selecto para sólo 16-18 equipos, como un producto premium para las televisiones y el público, y la SuperChampions como algo más paneuropeo, con 36-38 equipos, grandes, medianos y pequeños, más allá de las cinco grandes ligas. En el primer formato, un Real Madrid-Chelsea sería una realidad. Con el segundo se podría repetir otra eliminatoria contra el Apoel de Nicosia.