Carta abierta al madridismo
Hubo una época en la que fui tremendamente crítico con el Presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, después de haber apoyado públicamente su candidatura y de haber trabajado varios meses junto con Eduardo Fernández De Blas para conseguir su vuelta a la presidencia del Real Madrid.
Mi crítica se basó en lo que yo entendía el mayor ataque, desde dentro, a los valores que siempre había representado el Real Madrid presididos por una deportividad y señorío sin igual. Esta época, como todos recordarán, fue en la que sufrimos como entrenador a Jose Mourinho y en la que tuvimos que vivir episodios realmente bochornosos, en mi opinión, totalmente intolerables, ¡nunca el fin justificó los medios!
Gracias a Dios esta época ya está olvidada y hoy, dirigidos por Zinedine Zidane, hemos recuperado no solo esos valores perdidos sino también los triunfos, demostrando que no es necesario traicionar tus valores fundacionales para alcanzar la victoria convirtiendo estos últimos años en una de las épocas más gloriosas de la historia del Real Madrid. Conviene recordar que a Zidane le trajo a nuestro club Florentino Pérez y que posteriormente le hizo entrenador del Real Madrid.
Hoy asistimos a la mayor crisis sanitaria del siglo que ha provocado millones de muertes en todo el mundo y que sin duda ha hecho pasar al fútbol, como a otros sectores del entrenamiento, a un segundo plano, provocando una crisis económica realmente terrible. Estamos viendo cómo clubes de fútbol históricos están pasando serias dificultades que ponen en peligro su supervivencia. Sin embargo, nuestro club, el Real Madrid, gracias a la gestión económica de nuestro Presidente y su Junta Directiva, está siendo capaz de capear el temporal.
Creo en la lealtad, pero bien entendida. Es decir, la lealtad a las instituciones y a sus valores y al igual que en su día levanté mi voz, hoy lo hago para pedir la unidad al madridismo en torno a la figura de nuestro presidente, cuya gestión nos hace dormir tranquilos sabiendo que el club seguirá siendo de sus socios. No estoy de acuerdo en otros tantos temas como la necesidad de una dirección deportiva, la conveniencia de una mayor participación de los socios o el proceso de elección de los socios compromisarios con el fin de que las asambleas de socios sean un paseo militar.
Se avecinan épocas difíciles, el presupuesto ha sido recortado en un tercio y se han anunciado pérdidas millonarias, el estadio, que en un futuro será un enorme orgullo para todos, va a suponer una gran carga financiera, los fichajes, si llegan, serán con cuentagotas pues no somos ni queremos ser un club manejado por terceros por mucho dinero que aporten. Queremos mantener nuestra independencia. Nosotros, los socios, queremos seguir siendo los dueños del Real Madrid y esto solo se garantiza a través de la independencia económica. Para ello deberemos de gastar menos e ingresar más para lo que habrá que cambiar el modelo de las competiciones con el fin de hacerlo más atractivo para el público y poder competir en el sector del entretenimiento global. Aquellos que enarbolan una falta de solidaridad por querer crear una Superliga no entienden ni se dan cuenta de que esto es un tema de oferta y demanda y que, de no realizar cambios en un futuro cercano, la falta de atractivo de nuestra competición nos arrastrara a todos al desastre.
Con la esperanza de que la vacuna funcione, pero sabiendo de la dificultad de los años venideros, demostraremos que somos la mejor afición del mundo, exigente al máximo y a la misma vez a disposición del club para lo que haga falta como ya en el pasado hemos demostrado.
¡Feliz Navidad, Próspero 2021 y Hala Madrid!