Messi, Pedri y la línea clara del Barça
Messi se divierte con su propia música. Meses después del comienzo de las recientes desgracias, le ha vuelto la sangre al cuerpo, esa fina línea de felicidad que lo une con la esencia de su carrera, y anoche le vino el color a la cara. Pelado como un escolar que regresa al pupitre, se hizo de nuevo el director de orquesta que expresa la alegría de reencontrarse con su música.
El alrededor lo estimula: tiene cerca a uno de los futbolistas más creativos de la reciente generación, pues Pedri le celebra su fútbol y lo prolonga, y debe haber en Messi la sensación de que lo que ya enseña no es intransitivo, sino que alcanza a futbolistas tan jóvenes como el ex de la Unión Deportiva Las Palmas, canterano de Tegueste (Tenerife), donde siempre hubo buenos músicos. De Jong también ha recuperado el color, que es algo que no tiene que ver con lo que hay dentro del alma ligera de los futbolistas de esta estirpe. Dest no juega ensimismado, sino que se orienta hacia lo que es efectivo en el fútbol.
La ligereza de la que escribía Italo Calvino es fundamental en el juego. Al campo hay que llegar pensado, aligerado de los dolores de la táctica o la estrategia, dispuesto a pasar en el momento preciso, y anoche de esa actitud fue responsable todo el equipo. Jugar así no es sólo una belleza, sino una buena noticia para el fútbol de estos alrededores.