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Florentino y Tebas, un huevo y una castaña

Se ha detectado una gran confusión entre lo que es el plan de la Superliga y lo que es la reforma de la Champions. El discurso de Florentino Pérez apunta más al primer proyecto, en fase avanzada, y la propuesta de Javier Tebas se ciñe más al segundo, que aún está en discusión. Es importante distinguirlos, porque la Supercopa y la SuperChampions se parecen lo mismo que un huevo y una castaña.

La Superliga reunirá a los mejores equipos de España, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia, muchos de los cuales ya han dado su visto bueno a la nueva competición que comenzará en septiembre de 2022 y que replicará el modelo de la Euroliga de baloncesto. Se disputará a ida y vuelta entre los 16-18 (más bien 16) clubes participantes y terminará con un play-off final entre los ocho mejores para decidir el campeón. Esta competición, pensada para arrancar en 2022 tiene el soporte financiero de JP Morgan, y ya han firmado la carta de adhesión el Real Madrid y el Barcelona, de España, y también el Manchester City, United, Clelsea y el Liverpool (Inglaterra), Inter y Milán (Italia), PSG y Lyon (Francia) y Bayern Múnich y Borussia Dortmund (Alemania). También están invitados a participar Atlético de Madrid, Arsenal, Roma y Juventus. Total, 16.

La SuperChampions es otra cosa. Es el proyecto de reforma de la Champions que la UEFA ha puesto en marcha para frenar la Superliga. Lo ha hecho con el apoyo de la ECA, que preside Agnelli, a su vez patrón de la Juventus y que, por lo tanto, juega a dos barajas. La reforma de la Champions es básicamente una ampliación de la actual fase de grupos de 32 a 36 equipos. De estos 36 clubes, sobrevivirían dieciséis, que se emparejarían por su clasificación en la fase regular y no por sorteo. Esto sería como en los playoffs de la NBA, pero sin división por conferencias. Es decir, el primero jugaría contra el decimosexto, el segundo contra el decimoquinto y así, sucesivamente hasta la eliminatoria final. Este proyecto está pensado para ponerse en marcha a partir de 2024.

Las diferencias entre ambos formatos son evidentes, pero no es lo que más separa a la Superliga de la SuperChampions. Lo que más distintas las hace es que la primera está avalada por la FIFA, y la segunda por la UEFA. Y lo que ya de verdad termina de separarlas es su vocación, su visión estratégica: La Superliga está pensada como algo exclusivo y selecto, como un producto premium para las televisiones y el público, y la SuperChampions como algo más paneuropeo, con equipos, grandes, medianos y pequeños, más allá de las cinco grandes ligas.