Comienzo en falso y reacción de un equipo con orgullo

El Madrid era de saque un vendaval que no supo leer el Eibar. Éste echa de menos a su gente. Ipurua es su gasolina y desde marzo no la tienen. Aún no ha ganado en casa. Todo parece raro en este equipo, que sólo brilla en la distancia. Hasta el cabreo de Kike García cuando marcó extraña en un equipo tan sonriente. Era para Cote, porque dice que le da la brasa en los entrenamientos. Pues vale. Los blancos burlaban su presión y un 0-2 es mucha montaña a la que escalar.

Si la puesta en acción fue pésima, lo que vino tras el tanto del conquense hace justicia con la heráldica de este bravo plantel. La reacción fue un homenaje al espíritu combativo de este equipo con Mendilibar. Lo del posible penalti de Ramos ya ni hablamos. En el fútbol actual eso siempre se pita. Y si no, los doscientos que llevamos ya puestos, que los anulen. Si en vez de Bigas coge esa penúltima oportunidad un delantero...