Admirado Mbappé, debes espabilar ya

Siempre he sido defensor a ultranza de la candidatura galáctica de Mbappé. En el Mundial de Rusia, hace dos años y medio, me pareció un futbolista superlativo, un Ferrari Testarossa, un Cristiano de última generación, un 'Top One' en potencia. En la cita rusa ganó el Mundial con Francia y eso le aupó hasta el diploma olímpico del Balón de Oro, quedando cuarto y cerquita del podio triunfal: 1º Modric, 2º Cristiano, 3º Griezmann. Kylian se quedó a 67 puntos de su compatriota, ahora en el Barça. Imaginé que al año siguiente estaría en ese podio que acredita al star system y que quizás en 2020 ya lo ganaría. Agua. Acabó sexto en un trío encabezado por Messi y completado por Van Dijk y Cristiano. Y aunque este año haya quedado desierto el Balón de Oro, tampoco Mbappé se metió en el podio del The Best...

El chaval cumple este domingo 22 años, una edad en la que Raúl ya había ganado dos Champions con el Madrid. No olviden que Mbappé jugó la final de Lisboa contra el Bayern y no se le recuerdan grandes hazañas. Con esa juventud no seré tan osado ni tan torpe como para decir que se le está pasando el arroz. Pero hay que pedirle a Kylian que dé un salto hacia adelante y que se ponga las pilas. Por este Mbappé no pago ahora 180 millones de euros. Por el deslumbrante de Rusia, sí...

Y encima, en el horizonte irrumpe Haaland cada vez con más fuerza. El noruego tiene 20 añitos y se muestra como un Thor con botas, capaz de sacar goles hasta del salpicadero del coche. Haaland tiene en el vestuario del Madrid a un amigo-compatriota como Odegaard. Y es nórdico. O sea, vikingo. El Madrid juega bien al fútbol, pero necesita un Tyrannosaurus Rex en el área que facture la calidad de los Kroos , Modric y Benzema en el trazo del juego. Y un consejo cariñoso, Kylian: en el Madrid no te tiñas el pelo así. Esto no es París...