¿Qué ha hecho el fútbol por nosotros?
Tiempos difíciles, de quedarse en casa, agachar la cabeza y conformarse con poco. Tanto, que al fútbol español le basta con premiar al que menos falle, hoy luce más el talento en el marketing y las redes sociales que en los campos vacíos. Nadie convence, sólo funciona el partido a partido, reducido el combate antes conocido como Clásico a duelo de cartelería fina, veremos si Laporta será capaz de mejorar su campaña. Porque la lona de Amazon Prime con Sergio Ramos en Barcelona, "Conoce a tu rival", era mejor que la propia serie.
Despedimos el año más complicado con el freno de mano. La sensación de empatar a cero con la vida continúa. Y gracias. Pero es un empate como el de aquella pareja de guardametas mexicanos que jugaron contra Alemania (la RFA de entonces) en el Mundial de Argentina. El titular, José Pilar de nombre, Reyes de apellido, tuvo que salir del campo aturdido por un golpe con Rummenigge cuando el resultado era de tres goles a cero a favor de los teutones, un ciclón en la primera parte. Al acabar el partido, todavía medio groggy en la caseta, le preguntó al compañero que le sustituyó en la portería: "¿Cómo terminó el partido?". "Empatamos", le contestó Pedro Soto, el portero suplente. "¿De verdad empatamos?", insistió Reyes, entre ilusionado, un poco incrédulo y dolorido. "Sí, Pilar, empatamos: tres goles a ti y tres a mí, 6-0".
Aun así, el fútbol es eso que se ha mantenido mientras se nos caían los planes. Incluso empatando a cero, o quizá por eso, me siento como John Cleese en 'La Vida de Brian', al mando de un renovado Frente Popular del Fútbol: aparte de distraernos e insuflarnos vida, de llenar nuestras discusiones, nuestras lecturas y nuestro tiempo libre, de demostrarnos que podemos hacer frente a la pandemia controlando el riesgo, de situarnos frente al calendario (si hoy es martes, esto es Champions) y hacernos acariciar algo parecido a la normalidad desde el sofá durante este tiempo de pandemia... Aparte de todo eso, y de ayudarnos a mantener el empate vital in extremis, ¿qué ha hecho el fútbol por nosotros?