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Scariolo, objeto de un hurto en la T4

Amigos de lo ajeno. El pasado 1 de diciembre, Sergio Scariolo fue objeto de un hurto en la T4 de Barajas. Mientras el seleccionador nacional de baloncesto, con problemas con el visado, iba de mostrador en mostrador, y de oficina en oficina, en busca de soluciones para obtener la tarjeta de embarque rumbo a Estados Unidos, un "conocido del ambiente" (según confesaron luego al italiano) aprovechó que dejaba su mochila encima de las maletas de mayor tamaño para cometer el hurto. La bolsa llevaba material valioso, especialmente relojes, tarjetas de crédito y el Ipad en el que el técnico de Brescia recopila toda la información de los jugadores de la Selección y los Raptors. Aunque fue reconocido por las cámaras de seguridad después de ser interpuesta la denuncia, el ladrón no ha sido aún detenido. Un par de semanas después, Scariolo sigue recuperando la información acumulada gracias a sus ayudantes en el equipo técnico de la FEB. Las tarjetas fueron anuladas. Los relojes no volverán.

Obstáculos. El hurto fue el inicio del infierno burocrático que Scariolo ha sufrido estos diez días después de dirigir a España en la Ventana-burbuja de Valencia. El italiano, que debía viajar a Fort Lauderdale (Florida) tuvo que esperar un día para volar rumbo a Tampa, donde los Raptors empezarán la temporada por los problemas derivados de la COVID-19. Su visado de trabajo no estaba tramitado, así que tuvo que esperar 24 horas para volar con el famoso ESTA y una exención del gobierno estadounidense para poder entrar en el país. Los requisitos para los ciudadanos europeos son muy exhaustivos por ser una de las áreas en la que la pandemia sigue golpeando más.

Juancho. Scariolo había coincidido en Barajas con Juancho Hernangómez, que sí tenía su visado de trabajo en orden para volar rumbo a la nueva temporada con los Minnesota Timberwolves, donde coincidirá con Ricky Rubio.

Mudanza. Scariolo está en Charlotte, donde los Raptors arrancaron esta pasada madrugada sus partidos de pretemporada. De regreso a Tampa, terminará de organizar la mudanza que cuadrará un 2020 de locos para el italiano, que empezó en Toronto, siguió confinado, pasó por la burbuja de Disney y acaba en Florida porque los Raptors no pueden jugar en Canadá, al menos hasta nueva orden. De momento, tiene a los perros volando rumbo a Estados Unidos. Algo es algo, porque la mochila con los relojes y el Ipad se la quedó alguien en Madrid.