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Vuelta a las andadas

Con la misma piedra.- El Madrid de Zidane es ciclotímico. Los mismo firma dos partidazos en plazas de alcurnia y alto voltaje como el Camp Nou y San Siro, que te da tres gatillazos infames en Valdebebas ante rivales teóricamente digeribles y con escasas contraindicaciones como el Cádiz, el Shakhtar y el Alavés. En esta nueva etapa tan peculiar que le está tocando vivir a los seguidores blancos, empieza a ser terrible asumir que cualquier visitante que llega al Di Stéfano está en disposición de mojarte la oreja de forma inmisericorde. Courtois debe tener pesadillas viendo las oleadas que le llegan a campo abierto (nada mejor dicho analizando el paisaje de fondo de Valdebebas), logrando que el gigante belga cometa errores como el del 0-2 por una mala salida de balón que acabó en el tanto de Joselu, otro ex de la Fábrica con hambre de reivindicarse. Ante el Cádiz, el Shakhtar y el Alavés se repitió el mismo guion. Errores defensivos groseros, falta de concentración y bloqueo mental hasta consumar tres derrotas de las que te penalizan en la tabla (a este paso no reeditamos el título de Liga ni en sueños) y te rebajan la autoestima. Uno ya no sabe si el verdadero Madrid es el del Clásico y del Inter o esta figura borrosa y descontrolada que naufraga ante enemigos envalentonados que huelen la sangre. Vaya chasco.

El Bernabéu.- Dejo esta humilde sugerencia, que ya expuse en El Carrusel. El Madrid debería regresar a su santuario del Bernabéu, por muchas obras que haya. El césped esta perfecto y al final el impacto escénico lo acusan sobre todo los equipos de rango inferior, aunque estén las gradas vacías. El Cádiz no hace tanto estuvo en Segunda B, al igual que el Alavés. Y el Shakhtar debió pensar que era un campo de entrenamiento de un club tan grande como el Madrid. Al final, Valdebebas no intimida, por mucho que aquí se ganase la Liga del Coronavirus. Somos el único equipo de la elite que no está jugando en su estadio. La actual concesión se puede pagar muy cara. El Bernabéu es imponente incluso sin aficionados. Yo lo intentaría...

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El VAR.- El mal juego no debe esconder otra realidad incuestionable. En el primer tiempo la tropa de Zidane sufre dos penaltis. Uno de Duarte sobre Hazard y otro tremendo, aunque inaudito, por el agarrón de pelos de Laguardia a Marcelo. Se puede entender que Cordero Vega no los vea en el campo, pero González González estaba en el VAR y no se explica que no pidiese al árbitro de campo que se acercase al menos a verlas en el monitor. Y no olvidemos que el Madrid ha visto como le señalaban cinco penaltis en los tres últimos partidos. Aunque varios lo eran, se los pitan. Como debe ser. Pero al Madrid le han hecho hoy dos y niente de niente.

El Glorioso y Hazard.- El belga volvió a lesionarse y ahora estoy poniendo velas para que el asunto no vaya a mayores. La sombra de Prosinecki, Woodgate, Robben, Kaká y Bale es demasiado alargada. Y chapeau por el ‘Glorioso’, ese Alavés de Machín que tiene una delantera de bandera (Lucas Pérez, Joselu y Rioja). Jugando así se salvará seguro. Me manda ánimos mi amigo Jesús Cazallas, de la peña de Calzada de Calatrava, y desde aquí quiero acordarme de mi tío Tomás Moraleda Roncero, un madridista de bandera que nos ha dejado esta semana para siempre. Su peña, La Fresneda de Asturias, le ha rendido el tributo que se merece. Tío, desde arriba seguirás disfrutando con los éxitos de nuestro Madrid. Pero hoy no era el día.