Es imposible tener una semana tranquila en Can Barça. Incluso en periodo de selecciones la pólvora vuelve a estallar, no sé si por casualidad o de modo interesado. Esta semana, con un partido crucial, ante el Atleti, salta la polémica a raíz del ex agente del ex agente del amigo del nieto segundo del portero de Griezmann. Otra vez. No me extraña que Messi esté cansado de terceras personas que afirman esto o lo otro. Es normal que clubs gigantes como el Madrid y el Barça tengan este nivel de repercusión, lo que no lo es tanto es que, sin aportar pruebas, constantemente aparezcan declaraciones de este tipo.

Antoine ha afirmado que no habla con su ex agente desde hace años. Punto en boca. Pero aún así siguen apareciendo voces y más voces. Messi no es que quiera irse, es que se le está echando por hartazgo. Cuando tú ves un partido del Barça y ves a ambos jugadores correr él uno hacia el otro para abrazarse tras un gol, ves, claramente, que no existe problema entre ellos. El único problema que hay entre ambos es táctico y lo sabíamos casi todos cuando el galo ficho por el Barça: ocupan posiciones y responsabilidades muy similares y eso, posiblemente, los hace incompatibles. A esto acompaña que Griezmann no está fino en absoluto de cara al gol. Si hubiera metido tres o cuatro de esas clarísimas ocasiones que ha fallado últimamente en sucesivos partidos nadie hablaría de esto, pero como esta negado, se buscan otras cosas.

Hoy tiene el Barça una de las citas más importantes de la temporada, con un Atlético a solo tres puntos del líder con dos partidos menos, con un João Félix en racha, dando por fin lo que se esperaba de él (lástima que no esté Suárez). Tenemos ante nosotros un partido para vibrar y solo se ha estado hablando de polémicas absurdas. Sé que todo forma parte del fútbol y soy el primero al que le va la salsa, pero no estaría de más que se volviera a hablar un poco de fútbol, ¿no creen? Nos hemos acostumbrado tanto al ruido que olvidamos porqué nos gusta esto.