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Lecciones desde los Estados Unidos

El pasado martes 3 de noviembre los clubes de la MLS norteamericana animaban a sus hinchas a través de las redes sociales a votar en las elecciones presidenciales. Todos ellos daban información sobre dónde y cómo votar, así como recordaban que el ejercicio activo del voto es una parte importante de la democracia. La cuenta de Twitter de Los Ángeles Football Club, por ejemplo, lanzó ese día nada menos que veinte tweets con el tema, entre propios y retuiteados, incluyendo información de teléfonos en español y árabe para informarse sobre cómo ejercer el voto en la ciudad.

El hecho me sorprendió para bien. Desde Europa tenemos una tendencia natural a mirar por encima del hombro a lo que acontece en los Estados Unidos, también en el deporte. Nos jactamos de que lo suyo es espectáculo, mientras que nuestro deporte nace en el barrio y sigue siendo auténtico en la élite. Nos vanagloriamos de que nuestros clubes son mucho más que meros equipos deportivos, auténticas instituciones en nuestras ciudades, mientras que lo suyo son meras franquicias que se pueden vender y comprar como cualquier otro producto.

Sin embargo, la realidad es que de un tiempo a esta parte atletas y entidades deportivas en Estados Unidos están dando una lección a las europeas sobre cómo actuar en lo relativo a implicación social y política en un momento en el que hacen falta más luchadores y referentes que nunca. En ese sentido, cabe preguntarse cómo sería recibida en el viejo continente una figura como la de Colin Kaepernick. Es cierto que el movimiento Black Lives Matter reverberó en Europa, pero el modo en que los jugadores de la NBA se plantaron (y cómo se detuvieron MLB y MLS) resulta poco menos que impensable aquí. Cabe recordar también que en las ligas estadounidenses de deportes de equipo, varios jugadores han salido del armario, sin problemas ni polémicas. Quizá el deporte europeo esté trazando el camino del barrio al espectáculo (el proyecto de Super Liga sigue latente) mientras que el norteamericano se haya dado cuenta de que el deporte vive de la gente y ha de estar con la gente. No lo sé, puede ser. Lo que sí es cierto es que debemos aprender mucho de ellos. Al menos, ahora.