El día de los campeones. ¿O no?
Nos gusta el deporte por muchas cosas. Por lo divertido que es, el afán de superación que representa, el espíritu de lucha, la emoción… Y sin duda alguna, la incertidumbre. Dar algo por hecho cuando se trata de la competición suele ser un atrevimiento, las certezas hay que dejarlas para cuando se concretan, lo impredecible aguarda al final de cada instante. Este domingo debe ser el de la coronación de los dos grandes campeones mundiales de las disciplinas del motor: Joan Mir en MotoGP y Lewis Hamilton en Fórmula 1. Y es muy probable que así ocurra, las matemáticas están de su parte sobre todo en el caso del británico. Sin embargo, disfrutaremos de un magnífico día de carreras con las dudas generadas tras un sábado en el que las cosas se torcieron para los aspirantes.
Incluso dominadores tan absolutos como Hamilton y su Mercedes no pueden tenerlo todo siempre bajo control. La lluvia, un accidente, una avería, la presión… Ganar es tan difícil, aunque en ocasiones lo olvidemos, que cualquier detalle puede modificar el devenir de los acontecimientos. De momento, tanto en coches como en motos los candidatos al título arrancarán en las parrillas en posiciones más retrasadas de las que les gustaría. Y remontar tiene su complicación y especialmente su riesgo, así que ya hay algo de pimienta para esos desafíos en Cheste y en Estambul. En la F1 nos referimos a un mero trámite, lo de Hamilton si no es ahora será en dos semanas; en MotoGP la cuestión es más peliaguda, así que se espera una carrera intensa y entretenida. En este caso, lo importante es que ojalá el título llegue, sea cuando sea, para un español, que Marc Márquez tenga a su heredero en casa.