NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

El aterrizaje del Espanyol

Reconocía Sandoval en la previa que tendría su Fuenlabrada una motivación extra por medirse con el Espanyol. Y se notó, vaya si se notó en un arranque espectacular de los azulones, que a los 15 segundos no se habían avanzado en el marcador porque no lo quisieron ni el destino ni Cabrera. Y que luego estrelló dos balones en el larguero en una primera parte que tuvo color local pero que acabó con los pericos por delante. Justo al revés que en la segunda, de control perico y gol del Fuenla. Cada cual, cuando menos lo mereció.

Tan atropellado como el inicio del partido fue el final para uno de los mejores futbolistas del Espanyol esta temporada. Venía enfadándose Diego López por las continuas faltas en la frontal que provocaban sus defensas, y a pocos minutos para que acabara el encuentro, con el 0-1, cometió el portero un penalti innecesario, al calcular mal en una salida y arrollar a Kanté, a pesar de que Cabrera estaba protegiendo con seguridad el esférico.

Le dará vueltas el gallego a la acción que precipitó el tanto del empate, uno de los escasos fallos groseros que en 12 jornadas han cometido él, el salvador San Diego en incontables choques, y el entramado defensivo, y la antítesis a lo que hasta ahora era una máxima grabada a fuego en el libreto de Vicente Moreno: si vas ganando por la mínima en el tramo final, centra todos tus sentidos en cerrar el partido.

En el otro lado de la balanza se encuentra, una vez más, la pareja Embarba-Raúl de Tomás. Los ‘vallekillers’ derribaron en una acción aislada del primer tiempo, especialmente el extremo en una brillantísima acción de fútbol sala, ese muro infranqueable del Fuenlabrada en su campo.

Parecía durante muchos minutos que, de una vez por todas, se confirmaba que este equipo había desterrado al de la temporada pasada, en cuanto a mentalidad, confianza e incluso en fortuna. Pero no fue así. Sucedió el primer accidente de la temporada.

En definitiva, el Fuenlabrada mereció avanzarse, el Espanyol pudo ganar y el Espanyol se acabó empatando. Un aterrizaje, tras permanecer envuelto entre tanta ilusión, que pesa más en el ánimo el primer error de Diego que la enésima maravilla de Embarba. Un aterrizaje que puede resultar doloroso o un mero impulso para volver a despegar cuanto antes.