Primer órdago a la España de Luis Enrique
España tiene hoy en Basilea el primer reto para conseguir la clasificación para la final four de la Nations League, que ha sido el último fracaso de la Selección tras ser eliminada por Croacia e Inglaterra en su primera edición. A ese lunar hay que sumar dos manchas gruesas, la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018. Y todo después de cerrar el ciclo más grandioso que vieron las generaciones pasadas y verán las venideras: la Euro-Mundial-Euro con el que La Roja arrasó entre 2008 y 2012. Y no fueron sólo los títulos, fue la manera de ganarlos. Esa Selección no tiene parangón más que con el Brasil de 1970, y al que diga lo contrario que ponga sobre la mesa un ciclo igual. Ni la Francia de Zidane...
Pero antes de vender la piel del oso hay que ganar a Suiza, selección de la que muy equivocadamente se viene diciendo estos días que no se juega nada. Sí que se juega algo, y es mucho. Para empezar, Suiza lleva seis partidos sin ganar y su entrenador se juega el puesto. Su federación se juega estar o no en el grupo de cabezas de serie europeos en el sorteo del Mundial de Qatar. De ganar o perder hoy con España dependerá que el 7 de diciembre le pueda caer como rival la Portugal de Cristiano o Armenia, por poner un ejemplo. Suiza también se juega descender. Necesita conseguir tres puntos de los seis posibles ante España y Ucrania o bajará de categoría e irá a la Liga B.