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Herrera y Koke catapultan a João Félix

Partido áspero en los primeros cuarenta y cinco minutos, donde los del Cholo sin llegar a sufrir, no encontraron ni fluidez en la salida de pelota ni profundidad. La buena presión de los de Arrasate y la falta de ir al espacio de Llorente hicieron del partido un homenaje a las imprecisiones. Sólo Vitolo sacó petróleo en una jugada donde contó con la inestimable ayuda de Roncaglia para que le hicieran penalti. Lo dicho, primer tiempo antipático que le tiene que servir a João Félix para curtirse en el fango y seguir concentrado en partidos de este tipo sin caer en la ansiedad. En cuanto el rival bajó el ritmo de la presión en el segundo tiempo, el ‘Menino’ estuvo preparado para salir otra vez de la lámpara, siendo de nuevo decisivo. Destacar que contó con la colaboración de un jugador que va inflando su currículum de experiencias positivas: Herrera, el mexicano siempre en línea de pase, necesitaba pocos toques para filtrar el balón entre línea o cambiar de orientación a la gente de banda. Da gusto ver a alguien cuando le fluye la pelota, se complementó bien con Koke, que unos pasitos por delante, esta vez sí hizo de quarterback repartiendo pases decisivos a la gente de arriba.

Fueron ambos importantes a la hora de defenderse el equipo con balón en esa segunda parte, donde la claridad y el control dejaron en el olvido el sometimiento de antaño. Me gustó la raza del equipo a pesar de tener poco descanso, al igual que el cambio de Torreira para meter energía en el centro del campo, y no como pedían algunos, otro central más (Felipe) que le hubiese dado la posesión y metros a Osasuna, provocando centros y rechaces. Hubiese sido inmerecido esa incertidumbre cuando los rojiblancos hicieron méritos para dejarlo solventado antes. Y es importante que se vayan sumando Hermoso y Vitolo para la causa. Esta locura de calendario hace que todos tengan tarde o temprano su cuota de protagonismo. Feliz también de que le saliese tres pelos más en la barba al genio de João a la hora de curtirse en estos encuentros tan antipáticos.