Al Madrid le cuesta volver

La cabezonería histórica del Madrid en la Champions, personificada en Ramos y Casemiro, le evitó un tropiezo con tintes de desastre. Era una extrañeza su derrota en un partido donde había merecido más, pero que lo tuvo perdido casi del todo. De poco le sirvieron unos primeros 30 minutos muy positivos, con una posesión de balón viva, de lado a lado, a la que se añadió una presión agobiante que encapotó al Gladbach (18 recuperaciones en campo rival en el encuentro). Lucas profundizó, Valverde dio movilidad y Asensio remitió al jugador de épocas pasadas. Solo Vinicius desentonó en la ecuación como le sucedió en el Clásico. Aunque la superioridad del Madrid no se confirmó por la falta de picardía en la definición, las lagunas en el repliegue fueron peores para sus intereses.
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El Gladbach pilló al Madrid destartalado en cada transición. Sin forro alguno, las apariciones de Hofmann, Plea y Thuram, unidas al magnífico pie de Neuhaus, quebraron una y otra vez la menguante estructura de Zidane. Si el Madrid no recuperaba en zonas avanzadas o zonas medias, no tenía respuesta alguna que ofrecer. Con el eje partido, otra vez se generaron continuos huecos entre líneas y aumentó el distanciamiento de las mismas como había ocurrido ante el Cádiz o el Shakhtar. Los goles de Thuram y los otros contraataques desperdiciados por el Gladbach tras el 2-0 indicaron el flojeo blanco. En este contexto, el compromiso en el balance defensivo del Clásico resultó un espejismo. Las sombras del Madrid en el repliegue se deben a una presión, a veces, desacompasada, pero también a sus problemas en los ataques posicionales. Cómo pierde el balón está relacionado con esta coyuntura negativa que le desdibuja. La agresividad de jugadores como Valverde, Vinicius o Asensio, que tanto necesita en el panorama actual a la espera de que Hazard despunte de una vez por todas, le hace descontrolarse y le descoloca para retroceder. No es un asunto menor en un equipo que ha de basar su crédito en la seguridad defensiva. Al Madrid le cuesta volver, pero al menos volvió a tiempo en Alemania para rescatar un punto que nadie sabe el valor que puede tener.
Despegado

La separación entre líneas destapó al Madrid en cada transición del Gladbach. Plea encara con espacio y la medular (Vinicius en este caso por Kroos) no regresa a tiempo.



