Líderes en tiempos de coronavirus
Vivimos tiempos de incertidumbre. Intentar adivinar qué nos depara al futuro, siquiera el inmediato, se antoja un atrevimiento. Tampoco tendré yo la osadía de opinar sobre cuestiones que desconozco, pero parece claro que la situación general puede cambiar en cualquier momento por las medidas sanitarias y sociales que exija la expansión de la pandemia de la COVID-19. En España la cosa pinta mal, por desgracia, y el deporte puede verse afectado por tales circunstancias. En el caso del Mundial de MotoGP, al margen del segundo gran premio en MotorLand de este domingo, restan tres más, dos de ellos en Valencia a partir de un par de semanas y un tercero a continuación en Portugal. ¿Se podrán disputar como hasta ahora? Queremos pensar que sí, pero yo al menos no tengo argumentos para asegurarlo.
Los médicos y científicos expresan su preocupación a través de la Prensa, incluso los políticos coinciden en que la situación es gravísima. Ya digo que ignoro el alcance de las limitaciones que se impongan para acorralar a este maldito virus, por eso creo que los pilotos que luchan por los títulos en 2020 deberían tomarse cada carrera como una especie de pequeña final. Si las próximas pruebas tuvieran que suspenderse, ojalá no sea así, obviamente quienes marchen líderes provisionales en ese momento serán los campeones. La evolución de los contagios y las medidas consiguientes en un estado de alarma pueden finiquitar la temporada de un día para otro, así que los aspirantes deberían tener en cuenta tal posibilidad. Sin obsesionarse con ella, pero tampoco obviando lo evidente. Asumo que la dificultad de gestionar lo incierto, pero en la época tumultuosa que nos toca sufrir creo que todos deberemos aprender a hacerlo lo mejor posible. Los deportistas también.