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Ni Madrid ni Barça llegan 'súper' al Clásico

Un Clásico lejos del mejor momento. Ninguno de los dos transatlánticos de nuestro fútbol llega en un gran estado de fútbol y de sensaciones a su primer choque de la temporada. Quizá este llega demasiado pronto, con un Barcelona en reconstrucción y todavía en el proceso de ir asimilando todo lo que quiere ofrecer Koeman y con un Real Madrid que parece haber olvidado donde está el sendero correcto que recorrió en Liga en el pasado campeonato. Por parte de los blancos, la prioridad debe ser volver a blindarse.

Equipo corto y presión adelantada. Para un equipo que quiere ser eficaz a nivel defensivo, que las distancias entre las respectivas líneas sean reducidas es esencial, tanto para que los rivales, obviamente, tengan menos espacio y menos tiempo para realizar sus jugadas de ataque, y para que la presión adelantada, que insistentemente realizan los de Zidane, obtenga su fruto y no tengas que defender corriendo a campo abierto hacia tu portería. Esta presión adelantada tiene valor doble, porque ya desde la temporada pasada, con continuidad en la presente, al Madrid le cuesta un mundo generar situaciones de gol contra bloques armados y defensas organizadas cerca de su portero y, en cambio, se convierte en un conjunto peligroso cuando roba y corre al espacio. En los dos partidos que disputaron Madrid y Barça entre sí en la 2019-20, los blancos realizaron una gran presión que incomodó mucho a los azulgrana en la construcción de los ataques y que marcó la diferencia en el desarrollo del juego, tanto en el Camp Nou como en el Bernabéu.

Pasillos interiores del Barça. En el 1-4-2-3-1 que propone Koeman hay poco protagonismo para la amplitud. Desde la base de la jugada es habitual ver a los extremos partir desde posiciones cerradas con la idea de fijar a laterales y centrales del rival para que tanto los futbolistas de segunda línea o Messi, cuando se descuelga de forma habitual desde su punto de partida como 9, puedan recibir por dentro. Supongo que también con la idea de liberar a sus laterales, algo que no está sucediendo. El Barça apenas está dando uso a las bandas. Quizá, si Alba es titular, podamos ver esa conexión de Messi con el propio lateral azulgrana cuando el juego gira de derecha hacia la izquierda. Por esto, proteger los costados de Casemiro, zona habitualmente vulnerable, pienso que debe ser prioritario para Zidane, ya que el Barça carga con muchos futbolistas esos pasillos interiores. Estamos ante un Clásico con difícil pronóstico y con la sensación de que ambos equipos estarán pensando más en limar sus debilidades que de tratar de imponerse y someter al rival de forma clara.