LaLiga informó al Atlético que el Arsenal paga la cláusula de Thomas. Casi en el último momento el club inglés deposita los 50 millones y se lleva al centrocampista. Que le vaya muy bien. Aunque hay veces que los jugadores parece que no escarmientan. Thomas deja el Atleti y no hace caso a una propuesta de renovación que lleva meses sin firmar y que le triplicaba su ficha. El ghanés se convirtió en un jugador importante en el Atlético a las órdenes de Simeone y ahora probará suerte en la Premier. Pero tenga usted cuidado, no vaya a acordarse de la entidad rojiblanca. No le vaya a pasar lo que a algunos de sus compañeros que luego han mirado con envidia lo que sucede en el club español. A veces el dinero no lo es todo. No debería serlo.

Recuerdo recientemente el caso de Griezmann, quien pudo hacer historia en el Atleti. Ya sabemos que en el Barcelona es simplemente uno más. Arda acabó harto de correr con Simeone, pero nadie le sacó rendimiento como el Cholo. Luego ya fue noticia más por temas extradeportivos que por sus goles o jugadas. Lucas también decidió marcharse. En el Bayern no fue la sombra de lo que fue en el Atlético, aunque las lesiones han jugado en su contra. Recuerdo que Costa y Filipe Luis se fueron y luego pidieron volver. Hace ya bastantes años (parece ya la prehistoria del fútbol), De Gea decidió poner punto y final a su carrera en el Atleti antes de tiempo y probó suerte en la Premier. Pudo haber sido el portero del Atlético durante más de una década, pero se fue. Y ha alternado éxitos con tardes nefastas. Mientras, Courtois primero y Oblak luego fueron elevando el nivel del Atleti. Recuerdo a Agüero. Pocos jugadores han pasado por el club con esa calidad. Pero el Atleti se le quedó pequeño. El Kun ganó títulos en Inglaterra, mientras el Atlético fue jugando finales europeas un año sí y otro no. Agüero se hizo grande en la Premier. El Atlético en Europa y en el mundo. Lo dicho Thomas. Esperemos que no se acuerde mucho del Atleti.