LA PIZARRA TÁCTICA

Zidane se da cuenta a tiempo

GRAF3242. MADRID, 30/09/2020.- El entrenador francés del Real Madrid, Zinedine Zidane, da instrucciones durante el partido de la cuarta jornada de Liga en Primera División que disputan este miércoles ante el Valladolid en el estadio Alfredo di Stéfano. EF
JuanJo Martín
Javier Sillés
Subdirector de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, empezó en 2011 en la sección del Real Madrid como becario. Después pasó a AStv, donde ejerció la función de editor jefe hasta 2021 y como jefe también de la sección de infografía. En 2021 fue nombrado de redactor jefe de fútbol y en 2022 ascendió a subdirector de AS.
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Sin sustancia en el juego, sostenido por Courtois, el Madrid esquivó el pinchazo en una noche que mostró otra vez sus costuras futbolísticas en ataque. Desaparecido Benzema, se quedó en muy poco. El rombo de Zidane, con Jovic por delante acompañando al delantero galo, no le sirvió para meter el diente al regimiento espartano del Valladolid. El 1-4-4-1-1 en fase defensiva de Sergio se le indigestó desde el principio. El Madrid no tuvo agresividad con balón, incapaz de juntar pases por dentro y desasistido por Odriozola y Marcelo en las bandas, los futbolistas que deben dar la amplitud con ese dibujo, que apenas se dejaron ver en tres acciones en todo el primer tiempo. Si ambos no se activan en ataque su espacio en el Madrid quedará muy limitado. Tampoco un Isco intrascendente aprovechó la concesión da la titularidad que le brindó Zidane. Ante ese escenario, el Valladolid obró con diligencia, se acomodó a la perfección en el campo, encontró a Orellana y se proyectó por fuera con Hervías en el lado débil. No golpeó porque le falta gancho, al igual que a Jovic, más afinado esta vez fuera del área, pero lastrado ante el gol.

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Todo se le hizo engorroso al Madrid hasta que Zidane dio la vuelta al equipo. Se cargó el rombo, tiró de extremos y abordó los ataques desde la verticalidad. No es que su equipo mejorara en exceso, pero el 1-4-3-3 al menos aumenta su poderío exterior y su capacidad de agitación. La ocupación de espacios también resulta más lógica en estos momentos. En esas lides se manejaron bien Asensio y Vinicius, también Carvajal. El brasileño volvió a reclamar un lugar más importante en un equipo que ganó más por voluntad que por juego, favorecido por el error de Bruno y sujetado por las manos de Courtois. Zidane rectificó a tiempo y el Madrid salió del apuro.

La activación en el robo

Zidane se da cuenta a tiempo

Vinicius pierde la posesión, pero mantiene su esfuerzo y explota la frivolidad técnica de Bruno en la salida de balón. El brasileño está atento en toda la secuencia de la acción y permite el triunfo del Madrid.

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