Cuatro años más para Luis Rubiales

Rubiales tiene cuatro años más en la Federación. Como llegó a mitad de un mandato por la precipitada caída de Villar, tuvo que acumular actividad en dos años para encarar estas nuevas elecciones. Y a fe que lo hizo. Ha mejorado los ingresos, ha hecho llegar más dinero al fútbol modesto, le ha dado un nuevo sentido a la Supercopa, ha afianzado la estructura de la Federación, ha recuperado el control del Fútbol Femenino y el Fútbol Sala, ha acabado con el baile hasta última hora de dónde llevar la final de Copa y ha preparado una reordenación del fútbol ‘preprofesional’, con dos categorías entre la Tercera y la Segunda. Buena idea.

Todo eso le ha dejado sin rival. Eso me gusta menos, pero es costumbre que instaló Florentino y se ha extendido a LaLiga (con Tebas pasa igual) y aquí. Ganó por aclamación a la búlgara, con 95 votos a favor y 10 abstenciones entre los 105 asambleístas (sólo faltaron 35) presentes. El único oponente de fuste que apareció fue Casillas, pero Florentino, que anda a partir un piñón con Rubiales, le tiró el capote ofreciéndole puesto en el Madrid. Entre eso, el enredo de la pandemia y el manejo hábil de las fechas que ha hecho Rubiales, Casillas desistió. No había ninguna alternativa razonable. Aquello que se habló de Rajoy fue una rigurosa parida.

Ahora queda que arregle su relación con Tebas (el pacto de Viana fue una pamema firmada en una barra de hielo), del que a su vez espero que siga en LaLiga, donde ha marcado un antes y un después. Ya saben que la Fiscalía le busca las zapatillas. En concreto, le buscan intereses económicos propios más allá del hijo, en el Fuenlabrada, y de paso a ver si aparecen en algún otro sitio. Le van a hurgar la trastienda a fondo y en cuanto le encuentren algo le intentarán descalificar, lo que produciría un descalabro. Ojalá no sea así, ojalá sigan ambos y ojalá asuman que es irresponsable el trato que se dedican el uno al otro porque hace sufrir a todo el fútbol.