Barça: re-evolución, reactivación y transición

Según el diccionario una revolución es un cambio brusco y profundo, normalmente el político, pero aplicable a todas las esferas. Se anunciaba en el Barça la gran revolución y parecía que tendría lugar, pero pasadas las semanas, por las limitaciones del mercado, dicha revolución no ha sido tal y parece que lo que habrá será una re-evolución. ¿Qué quiero decir? Que cuando no se puede cambiar de protagonistas lo que hay que lograr es cambiar a los protagonistas, hacer que evolucionen y se conviertan en lo que pueden llegar a ser. En el Barça hay estrellas apagadas con potencial total para brillar como Griezmann, Dembélé y Coutinho, que si jugaran a su nivel serían, más que una pesada carga, gran parte de la solución. De Jong podría sumarse a este trío.

Para continuar con esta re-evolución también se precisa una reactivación de vacas sagradas que han dado muestras de agotamiento futbolístico, como Piqué, Alba y Busi. ¿Son recuperables? Pienso que sí. Depende en gran parte de la mano del entrenador. Koeman me parece el idóneo para ello, al igual que en su momento lo fue Luis Enrique, que volvió a despertar las bestias competitivas dormidas que algunos jugadores llevaban dentro. A los tres les queda fútbol en las piernas. Con Alba da la sensación de que lo que falta es entrega. Con Piqué y Busi huele más a un asunto de falta de preparación física tras la grotesca pretemporada del año pasado.

Dembélé, durante el partido ante el Girona.

Y, por último, para que el Barça crezca lo que necesita es ir facilitando también una transición. Hay grandes jóvenes en la plantilla, algunos llamados a ser cracks. Hablo de Ansu, Riqui, Trincao, Pedri y Araújo. Habrá que ver su mentalidad, si se ven capaces o si se amilanarán ante la responsabilidad de ser importantes en el Barça. Y también habrá que ver si Koeman se convierte en el líder que ha faltado, el que propicie la re-evolución, reactivación y transición necesarias para que el potencial estalle. Desde luego tiene la autoridad que faltaba, la confianza y los jugadores para lograrlo.