La España de las luces
El escenario.- Igual que existen actores y actrices de teatro que reconocen que hay algunos escenarios que les motivan especialmente, es evidente que el Estadio Alfredo Di Stéfano tiene un aroma que invita al optimismo. Hasta la fecha es talismán. El Madrid de Zidane jugó allí seis partidos en la Liga ‘post coronavirus’ y consumó un pleno brillante (18 puntos de 18 posibles) y España se ha estrenado, en su campo como local número 56 en sus 100 años y 10 días de historia, con un triunfo incontestable, brillante y feliz. Habrá que seguir contando con el Di Stéfano para citas futuras. Tiene baraka.
Gran Capitán.- Sergio Ramos es insaciable. La edad, como los buenos vinos, mejora su cosecha cada temporada que pasa. A sus 34 años, aprovechó la coyuntura escénica para sentirse como en casa y desempañarse como tal. Sobrado. No olviden que aquí mismo levantó el 16 de julio el trofeo de la Liga número 34 de su Real Madrid. Su reencuentro con este mágico lugar no pudo ser mejor. Pese a ser defensa, hizo un doblete imponente a los ucranianos. Abrió la lata con el penalti hecho a Ansu Fati a los 87 segundos de partido. Ramos transformó el máximo castigo de la marmota. Da igual que tocase el balón Pyatov. Sabes que con el camero, el penalti siempre tendrá un final feliz. Pero le parecía poco y después puso su cabeza de acero para el 2-0. Ha dejado atrás a Pasarella en el capítulo de zagueros de selecciones mundiales con más olfato de gol. Y, lo más importante, hizo honor al nombre del estadio para igualar a Alfredo Di Stéfano con 23 dianas con España. Ya tiene a tiro a Butragueño (26) y Fernando Hierro (29). Los alcanzará. Ramos no tiene techo.
Ansu deslumbra.- A sus 17 años y 311 días, este talentazo nacido en Guinea-Bisáu pero criado en España ha hecho historia con su debut goleador más precoz de siempre con La Roja. Se veía venir. Su desparpajo, su osadía en el mano a mano, la verticalidad y el hambre competitiva lo convierten en un valor de presente y futuro que eleva con creces la cotización de España en el IBEX de selecciones. Su gol fue de bandera, pero además aportó mucho en el juego colectivo de ataque y conectó de lujo en la banda izquierda con Reguilón, otro debutante feliz que también jugó como en casa. En el Castilla jugó 48 partidos (dos goles, cuatro asistencias) y en Valdebebas no necesita sacar un carnet para pasar. ‘Regui’ y Ansu, más Merino, Eric García, Ferran Torres (golazo el suyo en el 4-0), Rodri, Óscar Rodríguez (el talaverano estuvo a punto de meter un gol de bandera) o Dani Olmo, son el aire fresco que permite seguir creyendo con optimismo en el proyecto renovado de Luis Enrique.
Ucra-nada.- Llegaba con una brillante tarjeta de visita tras sus últimos resultados, como nos recordaba Axel Torres, pero la tropa del icono Shevchenko acabó atropellada y hundida ante un rival muy superior. Y eso que sobre el papel son dos países muy igualados en casi todo. Ucrania, que acaba de cumplir 29 años de vida como nación independiente, tiene 603.628 kilómetros cuadrados de superficie. España se queda cerca (505.994). Hay censados 41.660.000 ucranianos. Ahí les ganamos (47.329.000 españoles). Tienen plaza en la Euro 2021, como nosotros, y venían ahora de derrotar a Suiza, equipo asentado en la elite desde hace años (que se lo digan a Alemania). Pues al final, paseo de España y liderato momentáneo en esta Liga de Naciones a la que apetece hincarle el diente. Sólo un lunar entre tanta alegría. Ojalá que la lesión de Reguilón no sea grave. Ánimo, jabato.