Raúl transmitió al equipo su carácter tan competitivo
No podía ser otro. El destino, muchas veces caprichoso, a veces nos depara situaciones maravillosas. Raúl González Blanco encarna como pocos los valores del deporte y, en particular, del Real Madrid, un club que siempre se ha caracterizado y ha presumido de la entrega, la lucha, la rebeldía ante la derrota y del sacrificio total y absoluto hasta que el árbitro pite el final del encuentro. Sobre estos cimientos se ha conquistado la primera Youth League para el Real Madrid. Los chicos de Raúl se han tenido que sobreponer a todo tipo de adversidades, comenzando por el choque de octavos ante la Juventus con gol en contra y expulsión antes de cumplirse el minuto 5 de partido, terminando por tener que afrontar cuatro partidos en nueve días, mientras que sus rivales, tanto en semifinales como en la final, tenían un partido menos en sus piernas. Háganme caso, que yo he jugado muchos torneos de este tipo con los chavales y este es casi el factor más diferencial.
Han defendido el área como tigres cuando la fatiga hacía mella, han sabido sufrir y agarrarse al resultado. Yo siempre he creído que estos títulos de cantera, por no hablar del que se juega en categoría alevín, no miden en absoluto el trabajo que se lleva a cabo en las mismas, lo verdaderamente importante es el número de futbolistas que acaban abriéndose camino en el fútbol profesional. Ahí sí se mide el valor real del trabajo formativo.
El Real Madrid, de manera continuada, sigue sacando jugadores que acaban siendo importantes en las grandes Ligas o que, simplemente, pueden vivir de jugar al balón, algo nada desdeñable. Pero es cierto que ser campeón de Europa en categoría juvenil da mucha visibilidad a ese trabajo y es un gran escaparate para los chicos, que se pueden mostrar al mundo futbolístico.
He visto mucho del carácter competitivo de Raúl en el equipo y me he sentido orgulloso por el hecho de ver crecer a muchos de los chicos que he tenido la oportunidad de dirigir. Raúl no será mejor o peor entrenador por este éxito, será un excelente entrenador por lo trabajador que es, por sus ganas de aprender y mejorar de forma constante, por lo bien que ve el juego, y porque es un ganador nato. Y eso es lo que hace la diferencia.