Sobre Javi López y el talento

Con lágrimas en los ojos, Javi López se despidió del Espanyol después de 13 temporadas y 283 partidos oficiales con uno de los clubes con más historia de LaLiga. El capitán declaró que esto ha superado todos sus sueños de niñez, por lo que su carrera puede ser inspiradora para muchos jóvenes que quieren llegar a Primera pero que no cuentan con el llamado ‘talento innato’. Esta circunstancia les ocurre a infinidad de deportistas exitosos. Fred Vergnoux, entrenador de Mireia Belmonte, siempre explica que hay otros nadadores con más talento que la badalonesa, pero que nadie tiene su trabajo. Toni Nadal, entrenador de Rafa desde su niñez, destaca en su libro ‘Todo se puede entrenar’ el carácter que ha cultivado su sobrino como clave de sus éxitos.

La primera lección que ofrece la historia de Javi López es la constancia, la que le hizo buscar una oportunidad en el filial perico cuando no vio progresión en el Betis B en vez de aceptar otras propuestas de otros clubes de Segunda B y optar a llegar a la elite por otra vía. No se lo pensó dos veces y encontró en el Espanyol B, en el que le costó jugar en sus comienzos, un entorno ideal para convertirse en uno de los jugadores imprescindibles, y de los pesos pesados del vestuario por su constancia y valores. Eso le llevó a tener las primeras oportunidades con el primer equipo.

La segunda lección es la adaptabilidad. Javi López era un extremo con condiciones para la Segunda B, pero la Primera se le quedaba grande por sus cualidades. Pochettino lo veía como un buen lateral, por su físico y recorrido. El de Osuna trabajó para pulir sus carencias formativas, y cada tarde, por su cuenta, acudía a Sant Adrià a hacer entrenamientos específicos. Eso le permitió consolidarse en esa demarcación hasta convertirse, debido a los cambios profundos que sufría la plantilla cada año, en uno de los más veteranos.

Y la tercera lección está relacionada con el talento, donde confluyen varias teorías. Entendemos talento solo por las cualidades técnicas, físicas o tácticas, pero otros valores más abstractos como la mentalidad, la constancia o la humildad también pueden considerarse talento. Y lo vemos en jugadores con menores habilidades que sobresalen más que los tocados por una varita mágica. Y Javi llegó a la capitanía por esos valores, porque aceptó sin menosprecio la suplencia, entrenó como el mejor, se implicó en la adaptación de los fichajes, ayudó al club siempre que se lo pidió…. El fútbol no dura solo 90 minutos.

Como comenté cuando se hizo oficial su adiós, Javi López no pasará a la historia por esas habilidades que tenía Solsona, ni por los goles de Tamudo o Marañón, tampoco por el carisma de N’Kono. Pero el lateral les ha alcanzado en partidos y temporadas por otro talento que también ayuda y es básico en el deporte, y le ha hecho jugar 283 partidos oficiales con el Espanyol, uno de los clubes más históricos de LaLiga. Una historia que puede servir de inspiración.