Segunda le debe un ascenso al rey
Para el Elche es un premio llegar a la final por el ascenso a Primera División. Con el quinto presupuesto más bajo de la categoría y con la odisea vivida con el 'Caso Fuenlabrada' es casi un milagro llegar al 23 de agosto con opciones reales de ascenso y con toda la plantilla al completo lista para aspirar al gran sueño. Mérito de un plantel ejemplar y de un entrenador excepcional. Pacheta ha sacado matrícula de honor y la pena es que este pueda ser su último partido en el banquillo franjiverde. Ojalá Bragarnik, dueño de la entidad ilicitana, se dé cuenta y logre convencerle, algo que a estas alturas ya no parece fácil. El burgalés podría tener la decisión tomada.
El ascenso, de conseguirse esta noche en Girona, me alegraría sobremanera por Nino. Lleva toda una vida repitiendo que su sueño es ascender a Primera con el Elche, el club de su vida pese a ser almeriense. La opción le llega tarde, pero a tiempo. Su gol, el único de la promoción para su equipo en La Romareda, fue clave (como también el del playoff de Melilla o ante el Sporting B) y los grandes están para los momentos grandes, como el de esta noche. Sería un broche precioso, romántico, a su relación con el Elche y con el fútbol en Segunda División. Ya lo logró dos veces en su carrera, ante el Girona y en Montilivi. No me digan que no sería precioso: la Segunda le debe un ascenso a su rey.