Un título desde la cocina de Monchi

30 operaciones. Son las que hizo el pasado verano Monchi, el cocinero del Sevilla hexacampeón. Por primera vez desde que es director deportivo, y para respaldarlo ante las dudas, firmó tres años a un entrenador, Julen Lopetegui. Y obsesionado con darle un perfil físico al equipo, fichó a Koundé, Diego Carlos y Fernando. No contento con eso, en invierno le puso la guinda. Se fueron Dabbur y Chicharito y llegaron Suso y En Nesyri.

Obstáculos. Como en 2006, el año de la primera UEFA con Juande Ramos cuando lo eliminó el Cádiz, al Sevilla le dio una cornada el Mirandés en la Copa. Ese revés y la aparición de la pandemia podían haber mandado la temporada del Sevilla al infierno. Mientras otros se lamentaban, Monchi cogió el toro por los cuernos y negoció personalmente con los jugadores el ERTE, en el que salvaguardó a los trabajadores más modestos del club y, lo que es más importante, dio ejemplo dándole un buen tajo a su propio sueldo. Desde aquella derrota en Miranda, por cierto, el Sevilla ha estado 21 partidos sin perder.

La barbacoa. Mientras preparaba de manera ejemplar (reconocido por LaLiga) su regreso a la competición, apareció aquella imagen viralizada de una barbacoa de seis jugadores y sus respectivas parejas. Sólo podían ser diez y eran doce. Monchi convirtió el desliz en oporunidad. Se reunió con Banega, que parecía tener ya la cabeza en el Al Shabab de Arabia. Le tocó la fibra y sacó una promesa del argentino: “Me iré de aquí con el Sevilla en puestos Champions y tocando plata”. Y hasta hoy.

El caso Gudelj. El serbio, que había sido diagnosticado positivo en COVID-19 y se había quedado en Sevilla guardando cuarentena, se incorporó semanas más tarde a la concentración de Alemania. En vez de convertir su regreso en algo anónimo, Monchi pidió a los jugadores que esperasen despiertos a su compañero de madrugada. La emotividad subió a tales extremos que Monchi ya intuyó que lo iban a hacer otra vez.

Del Nido. Durante la fase final ha trascendido que el expresidente ha reunido las acciones suficientes para ‘derrocar’ a José Castro, pese al ‘plan de paz’ que se firmó en enero. Detrás del título, esa es la peliaguda situación institucional que se esconde en el Sevilla a día de hoy. Suceda lo que suceda, en todo caso, el imprescindible en el Sevilla se llama Ramón Rodríguez Verdejo. Una de sus películas preferidas es Moneyball. Él ya ha superado a Brad Pitt y a los A’s de Oakland.