Seis razones para alzar la Sexta

Primero, por los que no pueden estar, por los que se fueron y por los que están por venir. Por el que sufrirá en su casa, por el que animará desde el cielo y por los que se aprenderán de memoria las historietas de sus padres. Segundo, por las dos leyendas. Por el campeón del mundo y por el mago. Por Jesús Navas, el capitán que más merece levantar la copa que cambió la vida de su club. Y por Éver Banega, el argentino más torero que quiere decir adiós volviendo a abrir la Puerta del Príncipe de los corazones de los sevillistas. Tercero, por el club en el que menos valen las excusas del mundo. Desde el entrenador al utillero, desde el director deportivo al lateral zurdo pasando por el presidente y el jefe de prensa. La temporada es de sobresaliente, pero se exige la matrícula de honor.

Cuarto, porque como sentenció Unai Emery y el club ha asumido como mantra, nadie siente esta competición ni la quiere como el Sevilla. Nadie la honra como el Sevilla. Nadie la respeta como el Sevilla. Quinto, por vanidad, por el paseo de mañana por la orilla de una playa vecina, por el desayuno en el bar de siempre o por la visita a la panadería caminando dos palmos sobre el suelo. Y sexto, por añadir a todo un Inter de Milán al museo de preciosos cadáveres que el Sevilla ha ido dejando en su caminar europeo en el siglo XXI. Seis razones, que podrían ser seis mil, que avalan nada más y nada menos que al Sevilla Fútbol Club.