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La vida sigue igual

Bueno, pues resulta que en la Champions no ocurrió casi nada. El sangrante 2-8 sufrido ante el Bayern de Múnich fue un espejismo colectivo, un asunto que Iker Jiménez tratará un día de estos en Cuarto milenio. Esto es lo que se desprende de la reunión que el lunes mantuvo la directiva del FC Barcelona. Tenía que ser una junta catártica, hiperbólica, a la altura del cataclismo sufrido, en la que Josep M. Bartomeu y su directiva iban a tomar "decisiones drásticas", pero al final nos dieron más de lo mismo. La destitución de Quique Setién y la probable llegada de Ronald Koeman van a ser otro parche en la deriva de los últimos años, y demuestra que Bartomeu y sus secuaces siguen sin aceptar que ellos y su pésima gestión son el problema principal.

Sin dimisiones, sin adelanto electoral, nos están diciendo que la culpa de todo la tuvieron el entrenador y algunos de los jugadores que ahora ejercerán de chivos expiatorios. No aceptan pues errores propios, como si las decisiones tomadas por la dirección deportiva y los fichajes erráticos de los últimos años —ese despilfarro inmoral de mil millones de euros— no fuesen tampoco su responsabilidad. Refugiándose en los estatutos del club y en la necesidad de cerrar el ejercicio económico, dejan las elecciones en marzo del 2021, aunque era más llevadero para el futuro del club adelantarlas como mínimo al mes de enero.

Leo Messi, durante los cuartos de final de Champions ante el Bayern (2-8).
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Leo Messi, durante los cuartos de final de Champions ante el Bayern (2-8).POOLREUTERS

Por encima de estas decisiones, sobrevuela la gran incógnita: ¿qué hará Leo Messi con su futuro? ¿Aceptará la incertidumbre de una nueva temporada, solo porque tiene el aval de las elecciones en marzo? ¿Le atrae la idea de rodearse de jóvenes ilusionados pero sin experiencia? Uno esperaría que Bartomeu haya calculado la ecuación y sus variables, pero mi lado más pesimista me hace recordar ese ensayo ya clásico de Carlo M. Cipolla, Las leyes fundamentales de la estupidez humana, y en concreto este fragmento: "El estúpido no sabe que es estúpido. Esto contribuye poderosamente a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora".