Volver a la calidad
Decía George Steiner que cuando las cosas iban mal, la gente volvía a la calidad. En el Barça han hecho falta 8 goles en contra para tomar consciencia de ello. No bastaron las humillaciones de las últimas tres Champions, hacía falta una más, la más humillante de todas. Pero, ¿cómo volver a la calidad con un equipo viejo plagado de jugadores que tienen contratos infinitos con cifras astronómicas y con una deuda estratosférica, en un escenario en que la pandemia ha traído tal descenso de ingresos? Dudo que la gente sea realmente consciente de la gravedad de la situación del Barça como club.
Bartomeu ha dejado las arcas al borde del colapso, con más de 500 millones de deuda. ¿Quién querría fichar a jugadores en el ocaso de su carrera como Suárez, Alba o Piqué con esas fichas y así dar aire al club? Solo veo factible que vayan a Qatar o a la MLS. Se aligeraría una masa salarial insostenible a todas luces, pero ¿es posible en la era COVID-19? ¿Y estarán dispuestos a irse los jugadores? Piqué sí, el resto, lo dudo. El Barça necesita seis o siete fichajes urgentes, mucho dinero. La realidad es que o se vende rápido y bien o el Barça corre serio riesgo de convertirse en el Milan, equipo decadente desde hace una década. También, jugadores que deberían haber sido el relevo como Dembelé, Coutinho, Griezmann y Umtiti, han pasado de largo, perdiendo su aura y su valor. Solo Griezmann mantiene su vigencia, pero el sistema del Barça y su fútbol son incompatibles mientras esté Messi. Poco dinero dejarán los demás, convirtiendo el futuro en un despropósito de proporciones bíblicas si sumamos la amenaza más que real de que Messi se vaya harto por no tener un equipo a su altura. Peor imposible.
Más surrealista aún fue que Coutinho certificara con sus goles la defunción del Barça. Hablamos del fichaje más caro de la historia del club. Pero puede que en el futuro se lo agradezcan. Puso las cosas tan mal que obligó al Barça a darse cuenta, de una vez, de su necesidad de volver a la calidad.