Mario y el espejo del gran capitán
Hay un niño de 12 añitos que se llama Mario, de Plasencia, que no hace mucho tiempo vio cumplido su sueño de pisar el césped del Bernabéu gracias al empeño de su tío Juan Chaves, un madridista cabal y fiel al escudo como he visto a pocos. Uno de los baluartes históricos de la peña Chelle, enclavada en pleno Entrevías. El niño lleva tiempo con una maldita enfermedad que le está poniendo a prueba. Pero Mario es un gran admirador de Sergio Ramos y seguro que utilizando el espejo del gran capitán saldrá adelante. Mario disfrutó como nunca esta Liga ganada a golpe de sacrificio tras el confinamiento y siempre presume entre sus amigos de que teniendo al sevillano al frente de la nave el Madrid será siempre indestructible.
Por eso y a pesar de su dolorosa ausencia, Mario tiene derecho a soñar con una machada este viernes en el feudo del adulador Guardiola. Ramos, salvo que las labores domésticas se lo impidan con un bebé recién nacido y tres chicarrones que siempre quieren jugar con su padre, estará con sus compañeros en Mánchester. Sergio sabe que sus palabras de ánimo antes de la batalla llegarán al corazón. Él ha conquistado cuatro Champions, con elevado protagonismo en todas ellas, y conoce el camino para ilusionar a un equipo que con Zinedine Zidane en el banquillo y su capitán en la grada jamás dejará de creer...