Toni Kroos es el único Kaiser de estos días

Toni Kroos fue, es y seguirá siendo el emblema del fútbol alemán. En el Bayern de Múnich, club que no accedió a su petición de convertirle en uno de los mejores pagados de la plantilla y lo traspasó al Real Madrid en 2014 por 25 millones de euros después de liderar a la Mannschaft en la conquista de la Copa del Mundo, siguen arrepintiéndose de haberle dejado marchar. A día de hoy, no existe ningún jugador alemán que coma en la mesa de Kroos en cuanto a palmarés y, a pesar de pasar por una mala racha durante la temporada pasada, sigue siendo indiscutible en un club de la talla del Madrid.

Es algo que está al alcance de pocos; y Joachim Löw, lo sabe. No en vano, el seleccionador teutón no le incluyó en la limpia que llevó a cabo en su combinado después del fracaso en el Mundial de 2018, donde Alemania cayó eliminada en la fase de grupos. Löw explicó públicamente que no iba a contar más con jugadores como Mats Hummels, Jerome Boateng o Thomas Müller, reduciendo el número de campeones del mundo a dos: Manuel Neuer y Kroos. Su objetivo: construir la nueva Mannschaft alrededor del que considera el eje del fútbol alemán contemporáneo: Kroos. Lo que fueron jugadores como Franz Beckenbauer o Lothar Matthäus en un pasado.