¡La Novena de Zidane!

Huele a alirón.- Un primer tiempo de fábula, primoroso, adornado con dos goles de videoteca. Y un segundo acto sufrido, espeso, agonístico, con un Granada en modo remontada que no alcanzó su objetivo gracias a las paradas de Courtois y un balón sacado por Sergio Ramos sobre la línea. Pero no seamos ingenuos. No se queden ustedes con la epidermis del partido de Los Cármenes. Rasquen y vayan más lejos. El Madrid ha sumado su novena victoria consecutiva en la Liga del Coronavirus. Ha sumado 27 puntos de 27 posibles. Ha hecho un pleno que no ha logrado en Europa nadie desde que se instaló la nueva realidad. Ni Bayern, ni Liverpool, ni City, ni Juventus... Sólo el Madrid ha hecho pleno. Valoremos el esfuerzo sobrehumano de esta plantilla alejada de los egos y de los divismos. Aquí el único galáctico se sienta en el banquillo. Zidane es el artífice emocional de esta maravillosa locura. Él se eternizó con aquella volea mágica que dio al Madrid la Novena en Glasgow en 2002 (sin olvidar las paradas milagrosas de Casillas al final). Y en Granada arrancó Zizou su 2.0 de la Novena consumando un triunfo ante un rival dignísimo y trazando la primera estrofa del alirón que debe llegar este jueves. En el Di Stéfano. Ante el Villarreal. Un triunfo daría la Liga 34. Ya se toca con los dedos...

Granada y el rock.- Miguel Ríos es un rockero granadino que ama al Madrid por todos su poros. El cantante del ‘Buenas noches, bienvenidos hijos del rock and roll’ era ya un artista consagrado cuando el 9 de mayo de 1976, el día que un servidor cumplió 11 añitos, el Madrid cantó el alirón de su Liga número 17, justo el ecuador de la que hoy prácticamente ha dejado conquistada en Granada con su valiosísimo triunfo ante el equipo de Diego Martínez. ¿Y saben donde se tarareó el ‘campeones, campeones’? En el mismo escenario, en Los Cármenes. Granada, tierra soñada por mí. Todo es posible en Granada. El equipo de Miljan Miljanic estaba muy tocado moralmente, dado que dos días antes la UEFA había suspendido al club con un año fuera de las competiciones europeas por el famoso incidente del Loco del Bernabéu, que agredió al árbitro Linemayer en la semifinal de la Copa de Europa ante el Bayern Múnich. El equipo viajó abatido a la ciudad de La Alhambra y eso que le bastaba con un empate para ganar el título al Atleti y al Barça. Pero dos goles de Macanás y Breitner acabaron con las penas. Pero no estaba el horno para fiestas ni la gente iba en esa época a Cibeles. Eso lo arregló el veterano Antonio Ruiz, ayudante de Miljan Miljanic y ganador de cuatro Copas de Europa con los blancos entre 1957 y 1960, que telefoneó desde Granada a Lucio, el famoso dueño de Casa Lucio en la Cava Baja de Madrid, y reservó mesa para toda la plantilla. Y allí, entre huevos fritos, jamón y vino de crianza, se ahogaron las penas europeas y se saboreó como merecía un título de Liga muy disputado que tuvo al final color blanco. Justo como ha sucedido ahora, 44 años después, con idéntico resultado y feliz desenlace. En Granada tenía que ser.

Euforia contenida.- Eso es lo que me transmiten mis adorables vikingos. El jueves tiene pinta de que puede ser un gran día, pero sigamos con la humildad zidaniana para no llevarnos sustos. Me lo dice Carlos Borho, fundador de la Peña Alas Blancas (formada por madridistas de Oliva, Madrid y Barcelona) y Pablo, de Rosario, el pueblo uruguayo en el que nació Godín. Madridistas de raza que han soñado con esta Liga conquistada ante el Barça de Messi, Suárez y Griezmann. Pero nosotros tenemos a Mendy, un tipo que juega con el 23 de Michael Jordan (¡y Beckham!) y se inventa un golazo-misil que reventó a Rui Silva. Y Karim puso la guinda. Esta Liga no se escapa, amigos.