Courtois ha disipado cualquier duda

Keylor Navas era un guardameta muy querido por el madridismo, que ofreció un rendimiento magnífico y al que resultaba difícil reemplazar. Quizá estos ingredientes pudieron pesar sobre Courtois en su llegada a la portería blanca, donde se apreciaba al meta belga lejos de su máximo nivel de confianza bajo los palos, incluso por momentos con algo de mala suerte, ya que si le llegaban una vez, le chutaban a lugares donde era imposible intervenir. Lo dicho, no terminaban de salir las cosas como se hubiese deseado.

Poco a poco, sin hacer demasiado ruido, Courtois ha ido conquistando a todo el mundo, hasta a los mas escépticos. Hoy, Thibaut muestra una solidez y una sensación de portero de equipo grande, de los que interviene poco, en situaciones de máximo riesgo y las resuelve con éxito. Pero lo más importante es lo cómodo y confiado que se le nota en las acciones por más que sean complicadas de solventar. Gran parte de culpa de los increíbles registros defensivos del Madrid la tiene el bueno de Thibaut Courtois.