Del Panenka a la grulla y a la perfección

En 2012, el planeta futbolístico se burló de él de manera cruel. Su penalti errado, en la tanda ante el Bayern en las semifinales de Champions, se fue muy alto por encima del portal de Neuer. Pero la gente olvida que antes de Sergio Ramos fallaron su lanzamiento dos Balones de Oro: Kaká y Cristiano. Pero al camero tiene mucho orgullo. En los entrenamientos se dedicó a especializarse en la materia. Los memes que se burlaban de aquel fallo fueron un motivo de estímulo para él. Fue curtiendo y puliendo su técnica de disparo desde los once metros. Ese mismo verano, España se jugaba con la Portugal de Cristiano su pase a la final de la Eurocopa. En la tanda se pidió Sergio el decisivo. Y lo transformó a lo Panenka. Su mejor terapia para olvidar lo del Bayern...

Lo bueno es que ha pasado el tiempo y sigue siendo el mejor especialista. Ante el aviso de sus posibles panenkas, los porteros han variado su manera de esperarle y Sergio ha sido capaz de reinventarse. Ahora hace el amago de la grulla (como trovaría Antonio Romero en el Carrusel) y aguanta al portero hasta la última décima de segundo para ponérsela junto al palo. A esa distancia no hay portero que llegue. No se altera. En ese pulso su mirada se fija en el guardameta hasta que este se rinde y se vence a un lado. Y dispara sin piedad. Sergio lleva ya 22 penaltis seguidos sin fallo. Ni Messi ni Cristiano. Es el mejor lanzador del Mundo.