El Madrid de los detalles

Se acerca el Madrid con paso firme al trono liguero bajo ese aura de equipo experto, extremadamente competitivo y responsable que le ha acompañado desde el regreso de la temporada. La victoria ante el Athletic se corresponde a la personalidad que viene demostrando, bien aparejado atrás, maduro en sus decisiones y de un porte físico trascendental. Por cuarto partido consecutivo no encajó y esa fiabilidad construyó la clave del éxito. Zidane optó por una alineación con Rodrygo y Asensio en la banda a pie natural, como terminó ante el Getafe, con una voluntad clara de dar cabida a un once simétrico que hiciera frente a los potentes costados del Athletic.

Garitano también ideó un plan sencillo para atacar las costuras del Madrid, con Raúl García de inicio haciéndose grande ante Carvajal en los centros laterales y con Williams asaltando la espalda de Marcelo frente a un Ramos que no estuvo fino en la anticipación. Sobrevivió el conjunto de Zidane a las acometidas del Athletic, que anunciaba peligro al mismo tiempo que no acababa ninguna jugada bien. En eso Williams fue culpable doble, al igual que Militao estuvo soberbio para corregir diversas situaciones en las que el delantero había superado la vigilancia de Ramos. Desde esa perspectiva, con el partido equilibrado, el Madrid siempre dio la cara, mordió en la presión durantes distintas fases y movió el balón con criterio y de forma controlada, aunque falto siempre de profundidad. Solo alguna caída entre líneas de Benzema y algún gesto técnico aislado de Asensio, muy corto de espacio cada vez que actúa en la izquierda, azuzaron a un Athletic disperso y poco contundente en área propia. 

El contexto igualado del partido fue suficiente para que el Madrid se impusiera. Se ha convertido en el rey de los detalles. Su seriedad, fe y vigencia le sirven para encadenar un triunfo tras otro y divisar ya el deseado título de Liga que tanto reclamaba Zidane. Cada vez se descontrola menos y es paciente para esperar esa jugada ganadora que siempre llega.

La ayuda de Casemiro

El brasileño se aproximó mucho a Ramos y Militao cada vez que Carvajal o Marcelo subían ante el temor de la contra del Athletic. En la imagen, rectifica una pérdida en la banda derecha de su equipo. Carvajal también hace un buen repliegue.