El día que Vinicius hizo la mili
Vinicius no olvidará este día. Entró al partido como un joven de envidiado futuro y salió del encuentro hecho un hombre. Hizo la mili en una hora. El tiempo que pasó con Damián. El tiempo que le robó Damián. Posiblemente fueron los peores 63 minutos que ha vivido el brasileño sobre un terreno de juego, pero seguramente será el tiempo en el que más ha aprendido. Lecciones de la vida. Vinicius no le hizo un regate a Damián. Lo intentó pero nunca tuvo éxito. Vinicius, uno de los pocos exponentes del difícil arte de regatear, esencia de una escuela que Garrincha sembró por Brasil, se quedó sin hacer una gambetta, acontecimiento que es muy posible que ni él recuerde cuando fue la última vez que sucedió. El detalle no habla mal de Vinicius, sí bien de Damián.
Vinicius tiene 19 años. Damián ya cumplió los 32. Vinicius es muy bueno en lo suyo, se divierte regateando junto a la cal. Damián no hace amigos desde el colegio y también es bueno, incluso muy, en lo suyo: borrar la sonrisa al rival. Damián es uruguayo, lateral derecho y por él nunca pagarán 45 millones, pero existe una certeza hace años: por Damián un club jamás ha dudado, duda o dudará si vale lo que costó. Una ocasión tuvo Vinicius. Cuando huyó de Damián y buscó suerte en terrenos del 9, cometido que no le encargaron. Victoria de Damián, uno de los exponentes del difícil arte de defender.