La trituradora se pone en marcha

La máquina trituradora de entrenadores que se ha instalado en el vestuario del Barcelona lleva camino de despedazar una nueva víctima. Quique Setién va a durar menos que un cervatillo ante una manada de lobos. Perdido en el campo, desconocido en las ruedas de prensa y víctima de los desplantes públicos de sus jugadores durante las pausas en los partidos, de lo que se suponía que tenia que ser el técnico cántabro en el club blaugrana no quedan ya ni las migas. Obviamente, no toda la culpa es suya. Una plantilla que se puso de perfil con Valverde cuando los propios jugadores reconocieron que fueron sus errores y no los del técnico los que propiciaron su destitución -pero que no hicieron nada para defenderle- también son muy culpables de lo que sucede.

Nos explican ahora off the record, que estos mismos jugadores añoran ahora a Valverde, un técnico que les llevó a ganar dos Ligas consecutivas con 14 y 11 puntos de ventaja sobre el segundo y 17 y 19, respectivamente sobre el Real Madrid. Haberlo pensado antes, queridos. Dicen en el vestuario que aceptaron el cambio porque les prometieron que vendría Xavi, o Koeman, o Pochettino y que por eso le bajaron el pulgar a Valverde. Pero que ahora, visto lo visto, “para este viaje, no hacía falta alforjas”. Y ante el drama, la trituradora se ha vuelto a poner en marcha.